jueves, 24 de noviembre de 2011

Subsidios y distorsiones: argentinos “más ricos” para pagar tarifas, autos y LCD, “más pobres” en el super

Los cálculos de las consultoras ponen de manifiesto los grandes desajustes que se dieron en estos años. Hoy, los servicios públicos se llevan apenas el 4% del presupuesto de una familia, tres veces menos que en el 1 a 1. Gran parte de este "ahorro" redunda en mayor consumo. Radiografía en cifras

Por Mariano JaimovichiProfesional.com
En un entorno inflacionario que no da tregua, y al que los argentinos parecen haberse acostumbrado, resultan llamativas las distorsiones y las diferentes velocidades de aumento a la que han evolucionado los distintos productos y servicios.
Cabe considerar algunos ejemplos que ilustran este fenómeno:
  • Hoy un sueldo promedio ronda los $4.600, según datos del Ministerio de Trabajo. Esta cifra representa un 120% de incremento respecto a la media de 2007.
  • El actual ingreso equivale a 3.680 viajes en colectivo. Si se compara con la situación de cuatro años atrás, un argentino puede sentirse más que contento dado que, para este rubro, su poder de compra se incrementó un 54%, pese al notorio encarecimiento en los costos de combustibles y del personal afectado al sector.
  • En contraposición, algunos cortes de carne, como la tapa de asado, sufrieron incrementos de casi un 140% en ese lapso, según datos aportados por el sitio InflacionVerdadera.com. De modo que, en este ítem, sufrió una caída en su poder adquisitivo.
  • Algo similar ocurrió con otras piezas vacunas, como el corte para milanesas. Según Adelco (Liga de Acción del Consumidor), en 2007 con un sueldo se podían adquirir 156 kilos. Hoy, en cambio, los ingresos permiten llevar un 40% menos.
En buen romance, el desajuste de precios ha hecho que en unos casos el asalariado se haya visto beneficiado, mientras que en otros sus mejoras remunerativas no fueron suficientes para equiparar el alza de algunos productos. 

Menos salarios para llegar al automóvil 
Otro claro ejemplo, en cuanto a facilidad de acceso, lo brinda las posibilidades con las que cuentan hoy en día los argentinos para hacerse de un 0km.
De acuerdo a datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), los vehículos han venido aumentando entre un 12% y 13% por año, es decir, a un ritmo que resulta ser de casi la mitad en relación a la suba del ingreso promedio.

"En función de los acuerdos salariales de los últimos años y de las subas de los precios de la industria -que han corrido por debajo de la inflación real- la brecha entre salario y el valor de un 0km de baja gama se ha ido reduciendo hasta llegar este año a los 9,3 sueldos", señala Hernán Dietrich, CEO de Dietrich, una de las concesionarias referentes de la Ciudad de Buenos Aires. 

En su visión, éste ha sido uno de los factores que ha potenciado el crecimiento del sector, a partir del cual se "proyecta un nuevo récord histórico para 2011, año en el que se superarán las 830.000 unidades comercializadas".
Incluso, para ACARA es más chica la distancia, dado que la entidad calcula que un auto orilla las 8,8 mensualidades, tomando como base el salario promedio industrial de FIEL, que es de $5.400, en concordancia con el valor del Chevrolet Corsa base de tres puertas, cotizado en alrededor de 48.000 pesos. 

En resumen, y tal como sostienen directivos del sector, en la actualidad se ha llegado alpunto más bajo (y accesible) en la relación automóvil versus salarios.
"Cada vez se necesitan menos sueldos para llegar a un cero kilómetro. Por eso los argentinos consumen ahora y pueden darse el gusto de tener un auto nuevo. Lo tienen muy al alcance de la mano, eso hace la diferencia", reflexiona Ricardo Salomé, secretario de ACARA.

Al realizar un comparativo en números, para el mismo tipo de vehículo, resalta cómo fue en progreso esta relación:
  • En 2003 se requerían de 13,6 ingresos promedio.
  • En 2007 se redujo a 11,3 remuneraciones.
  • Ahora bajó a 8,8. Es decir, 2,6 haberes menos.
Así, Salomé resalta: "Quienes tienen unos u$s12.000 ahorrados y no piensan en comprarse una casa, entonces se vuelcan a los autos y a los electrodomésticos".
El ejecutivo señala que este boom se ha visto potenciado por los créditos que se vinieron ofreciendo en el mercado, antes de la disparada de las tasas de interés, habida cuenta de que "un 40% de las ventas son financiadas". 

Los servicios, también a favor del bolsillo

Otro segmento donde se evidencia la altísima distorsión que ahora el Ejecutivo intenta resolver es el de los servicios públicos. 

Esto incluye: el costo del agua, gas, electricidad y, eventualmente, al transporte de pasajeros, entre otros. 

Mientras rigieron, el abaratamiento relativo fue hasta exagerado. A punto tal que los economistas atribuyen buena parte de la explicación sobre el boom del consumo a esamenor ponderación de los servicios en el presupuesto familiar. 

Una prueba de ello es que, según calculan las consultoras privadas, actualmente losservicios públicos tarifados implican apenas un 4% del ingreso medio de un hogar, mientras que, antes de la devaluación, su peso llegaba al triple.
Así, a una familia que consume 500 kilowatt, la tarifa de energía le representa actualmente uncosto de "apenas" $45, menos del 1% de un salario promedio, cuando en 2003 le significaba un porcentual casi cinco veces mayor.
Si se compara esto en términos de canasta alimenticia, el abaratamiento relativo de la energía eléctrica se ve con mayor claridad:
  • En noviembre del 2007 el valor de una canasta básica ($135), relevada por Adelco, equivalía a 1.500 kW/h de energía.
  • En cambio, los valores actuales de dicha canasta alimentaria ($294) equivalen a poco más del doble (3.270 kW/h).
Claro que esa situación cambiará drásticamente cuando empiecen a regir las tarifas plenas, sin la "ayudita" estatal.
Vale decir, dependiendo de los niveles de consumo, ese monto en concepto de utilización de energía eléctrica, podría llegar a representar hasta un 4% del sueldo. 

Nuevamente tomando una comparación con la canasta básica, si el precio efectivamente pagado por la electricidad se elevara 2,5 veces ante la quita anunciada de subsidios, se verificará un drástico cambio respecto de la situación actual.

Una vez eliminados, con el precio actual de la canasta se podrían adquirir apenas 1.307 kW/h. Es decir, menos que en 2007.
El taxi se aleja cada vez más del "bondi" subsidiado
Entre los gastos que acompañan a la inflación, y a los incrementos salariales, se encuentran las tarifas de los viajes en taxi.
Ya se anunció que este servicio se ajustará próximamente un 26 por ciento.
Pero la comparación adquiere una mayor dimensión si me mira en retrospectiva: desde 2003 ya subió once veces, ampliando la brecha y generando una diferencia notoria respecto a la tarifa de los otros medios de transporte (colectivos, subtes y trenes), producto de que éstos reciben grandes sumas en concepto de subsidios por parte del Estado Nacional.
En otro orden, cabe destacar lo sucedido en el caso de los combustibles que, pese a haber pegado un salto de más de un 100% desde 2007 a la fecha, aún sus valores marcan un cierto retraso con relación a la evolución salarial.
En efecto:
  • Un litro de nafta súper se podía conseguir hace cuatro años a $2,21. El sueldo promedio de ese entonces equivalía a 936 litros.
  • En la actualidad, con el valor a $4,82 (la súper de YPF, no la premium), se pueden adquirir 18 litros más que en 2007, considerando el ingreso medio de 4.600 pesos.
Alimentos que salen de canasta
Varios alimentos experimentaron subas muy superiores a la inflación real.
Por ejemplo:
  • El medio kilo de fideos secos de marcas líderes, que en 2007 valía alrededor de $3,63 ahora "cotiza" a 9,26 pesos.
  • Así las cosas, con una mensualidad ahora pueden obtenerse casi 30 paquetes menosque antes.
De acuerdo con datos de Adelco, el incremento de precios acumulado por la canasta de marcas líderes, desde enero de 2002, ha sido de un 540 por ciento.

En términos salariales, significa que el poder adquisitivo se redujo de 21 canastas en 2002 a 15 en 2011.
Electrónicos a contramano de los alimentos
La realidad de los artículos electrónicos resulta ser más beneficiosa, ya que ingresan a precio dólar, que en Argentina sube a un ritmo cuatro veces menor que la inflación.

Así:
  • Un televisor LCD valía $4.500 en 2007.
  • Hoy su precio es de $3.799, producto del recambio tecnológico y del atraso cambiario frente a la suba de precios.
En resumen, para adquirir un equipo:
  • Hace cuatro años se requerían 2,36 salarios promedio.
  • Ahora, apenas 0,8.
Se podría afirmar que, para el caso de artículos de consumo masivo y varios alimentos, lacapacidad de compra se ha ido depreciando, en relación con la de cuatro años atrás. 

En contraposición, para el caso de bienes durables y servicios públicos, el poder adquisitivo se incrementó. 
La cuestión ahora pasa por ver cuánto tiempo tardará el Gobierno en reducir las distorsiones que se han ido acumulando a lo largo de tantos años. 

Y, algo que resulta clave, cómo impactará en el bolsillo de los argentinos, considerando que buena parte de ese "ahorro" era volcado al consumo.  

Este tema no es menor, habida cuenta de que el boom de compras fue el "caballito de batalla" al que apeló el Ejecutivo para apuntalar el ritmo de actividad y así ganar en las urnas.
Publicado en:www. iProfesional.com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos