miércoles, 15 de febrero de 2012

CFK minimiza las pérdidas de la sequía para que los mercados no se adelanten

INFORMADOR PUBLICO

Anteayer la presidente sorprendió diciendo que la sequía había terminado, que las pérdidas son mínimas y no las que se decían y que los productores bien podrían dejar de pedirle ayuda al gobierno. Además, agregó que deberían contratar seguros multirriesgo. O sea, una vez más, el relato oficial toma distancia de la realidad. Aunque hay que convenir que con este famoso relato al gobierno no le va mal, más bien le va de maravillas. Si se observan las últimas encuestas, CFK tiene una imagen positiva de más del 60%. Lo cual no quiere decir que se le pueda mentir a la gente durante casi nueve años en forma continua sin que esto tenga consecuencias graves. Por caso, en el 2009 el Frente para la Victoria apenas obtuvo con sus aliados el 29% de los votos en un año donde hubo una recesión de 3 puntos del PBI, situación que se puede repetir este año. Aunque también, en un cálculo más optimista, se podría hablar de un crecimiento de 0%, a lo sumo del 1%. Lo más razonable es interpretar que la presidente, sabiendo que finalmente la pérdidas por la sequía pueden acercarse a los U$S 8000 millones -lo que recién se sabrá dentro de dos meses-, asumió la mentira de que nada ha pasado para que los mercados no se adelanten y empiecen a jugar en contra del gobierno.
La cuenta final
Los cálculos más serios hablan de una cosecha de maíz de 18 millones de toneladas y una de soja de 40 millones, más los daños en otros cultivos, habría en total unos 20 millones de toneladas menos que el año pasado. Paralelamente, los mercados ya descuentan que por la crisis energética se deberán importar 12.000 millones de dólares en concepto de combustibles, lo que llevaría a un déficit energético de entre 6.000 y 7.000 millones de dólares. En el 2011 el déficit fue de 4.000 millones de dólares. Por tanto, el no ingreso de cerca de 8000 millones debido a las pérdidas causadas por la sequía, podría llevar el superávit comercial por debajo de los 6.000 millones de dólares, cifra que el propio Guillermo Moreno considera terminal para este gobierno. Así las cosas, la posibilidad de honrar los compromisos de la deuda externa depende en buena medida de los números exactos de las pérdidas por la sequía. Como salvavidas está el recurso de tomar deuda en el exterior al 10% anual en dólares. O sea, el punto final para el relato del desendeudamiento, una de las medallas mayores del gobierno.
FUENTE:Publicado en en www.informadorpublico.com

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