martes, 20 de marzo de 2012

Quizá  Grondona  y la AFA me otorguen el préstamo 
Por Ricardo Bustos
A mi edad y por problemas de salud en la familia, hace tiempo ya dejé de ser propietario de  la vivienda propia,  pues la prioridad fue solventar los insumos medicos con la venta de la misma.
No ha sido un gasto la salud pues considero que es la mejor inversión y más aún cuando los resultados valieron la pena, pero bueno es recordar que muchas veces he intentado conseguir algún préstamo hipotecario para volver a cumplir el sueño de la casa propia y poder pagar en cuotas lo que resulta imposible lograr con el dinero en las manos.
En mis recorridas por cuanto banco existe, haciendo colas en el mostrador, juntando papeles, soportando ofensas, menosprecio por la dignidad humana y hasta bromas de quienes me atendían por lo que iba a solicitar y creía era un derecho, pude comprender al fin después de tanto insistir que eso no era para mí.
Abandoné todo intento ya que lo único que pude conseguir fue un deterioro en la salud, el sistema nervioso destruido y la ilusión traicionada por quienes estaban obligados,( porque así lo indica la Constitución Nacional) al menos a intentar solucionar el problema. Pude aprender los códigos de los encargados de la subestimación hacia el ciudadano común al ver que el dinero siempre va hacia donde está el dinero y eso es fácil demostrarlo cuando a uno le preguntan mil cosas para iniciar el trámite que se convierte en un largo peregrinar, pero cuando viene alguien con una enorme chequera y los autos de alta gama o tres o cuatro propiedades registradas a su nombre (que no está mal) le llevan el dinero del préstamo a la casa para que no se moleste en hacer los trámites. A eso en cualquier país organizado se le llama “El precio del poder”, aquí simplemente “poder adquisitivo”.
Es el propio Estado quien está obligado en acudir con sus normativas aprobadas por Ley en ayuda de los que realmente necesitan un préstamo para la adquisición de una vivienda, pero en Argentina el sistema nos indica que “O se la regalan” o  jamás será propietario cuando vaya con la verdad a buscar algún tipo de solución a su problema habitacional.
Así las cosas, ya somos millones en todo el país quienes todos los meses debemos desembolsar por un alquiler, el triple de lo que podríamos pagar por una cuota en el Banco para tener “nuestra propia casa” y aunque fuera a treinta años el plazo, se le cobraría a los hijos ya que ese tipo de deudas no prescriben hasta que se canceló todo el préstamo.
Ahora me desayuné con otro cachetazo a la razón, al respeto por la dignidad de los argentinos, con la burla cada vez más acentuada en los casos de corrupción desenmascarada y lo peor de todo, aceptada y puesta en el escenario por quien debe velar por los intereses de nosotros, los ciudadanos.
He querido copiar textualmente un párrafo de la noticia para no equivocarme y escribir cualquier cosa menos la realidad, pues en base a lo que acaba de suceder, comprendo que ya no somos ciudadanos por más esfuerzos que hagamos, ahora somos simplemente habitantes de un lugar que, aparentemente ya no nos pertenece y como testigos de un tiempo que transcurre entre la corrupción, angustia, dolor e impotencia, debemos solo permanecer, mirar,  escuchar sin tener voz (….¡.PERO CUIDADO…TENEMOS VOTO!)… , confiando que en algún momento este mamarracho institucional deje paso al país soberano y democrático que todos anhelamos.
“El Banco Nación le otorgó a la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) un préstamo por 230 millones de pesos para afrontar sus problemas financieros. El dinero será acreditado entre mañana y pasado mañana y el plazo de devolución oscila entre los cinco y siete años.
El auxilio económico que recibió la entidad que preside Julio Humberto Grondona fue otorgado a la tasa más baja del mercado y habría sido gestionado por el propio dirigente. Es más, trascendió que el préstamo terminó de aprobarse el último martes, tras la visita de Grondona a la Casa Rosada.
Como podemos observar, cada uno que tiene acceso a la Casa Rosada, sale de la misma con una sonrisa en los labios y los bolsillos repletos de dinero y si esto es “Futbol gratis para todos”, no me equivoqué las veces que pude criticar el despilfarro de esta banda que se hace escuchar pero toca muy mal.
Mientras tanto, Axel Kicillof, el viceministro de Economía de la Nación, miembro de “La Cámpora”, muestra en su última declaración jurada una extraña contradicción ya que no apuesta por nuestro país y tiene una parte importante de sus ahorros y su refugio en la República Oriental del Uruguay, una muestra más  para que nosotros confiemos en el futuro económico e institucional de  Argentina. Es de esperar pues que a partir de ahora el séquito de aplaudidores se llame a silencio porque argumento para defender ya no tienen.
PARA QUE NO EXISTAN DUDAS…NO SOY FACHO..ZURDO O…NAZI…Simplemente soy un ciudadano.
 
Ricardo Bustos
DNI 7788556
Resistencia
FUENTES:Enviado por e-mail por el autor

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