domingo, 27 de mayo de 2012

El día de “la Patria”… no estuvo en Bariloche…
 Por Ricardo Bustos
Los años vividos, nos van enseñando que todo lo aprendido es muy poco comparado con lo que aún podemos lograr escuchando a las nuevas generaciones, aunque  la experiencia de nuestra veteranía también puede ser aplicada sin soberbia  para explicarle a los futuros veteranos la verdad de la historia sin arbitrariedades, sin temores a dejar en el camino alguna desilusión por las mentiras impuestas desde el escritorio de los falsos ideólogos que ven en gran parte de la juventud un terreno fértil capaz de convencerlos de algo que jamás ocurrió pero como dice el refrán “miente…miente que algo quedará”.
Por estos días y en un acto de sinceridad, nuestra señora presidente está abriendo su abanico de recuerdos relatando en sus discursos,  momentos de privacidad que no conocíamos pero que nos muestra su otro “YO”, el que aparentemente dice la verdad cuando por ejemplo se refiere a su hija recordando que.…”me acuerdo que a veces cuando yo quería y le decía a Florencia ‘tenés que estudiar la historia’ y me decía ‘para qué me sirve la historia’…
Ante semejante declaración y sabiendo los argentinos que la señora nos pide toda vez que sale por televisión “que tengamos memoria”, llega desde el recuerdo aquel claro mensaje de nuestros antepasados, a quienes  les habían dejado sus mayores una colección de refranes que, aplicados a la vida cotidiana, eran como el diccionario criollo para “no meter la pata”, ejemplo… “en casa de herrero…cuchillo de palo”.
Cuando ya nos estábamos ilusionando por el cambio de actitud de nuestra presidente al reconocer algunos aspectos de su intimidad hogareño, brotó de su interior la ira al no poder unir “dos frases humildes” al mismo tiempo. …“No, qué voy a ser la verdad, soy apenas... nadie es la verdad, nadie tiene la verdad; me equivocaré y me voy a seguir equivocando millones de veces. La única diferencia por ahí es que cuando me equivoco lo hago de buena fe”.
Es decir señora presidente que usted tiene la posibilidad de equivocarse millones de veces sin pensar que en esas veces arrastra a nuestra  economía, ilusiones, esperanzas y confianza de otros tantos millones de ciudadanos argentinos que están esperando de usted que …”por favor no se equivoque”.
“Para todas y para todos”, es la muletilla que viene utilizando hace mucho tiempo y según cree, le ha dado buenos resultados, aunque en la práctica solo es una forma de diferenciar a Ellas de Ellos y nada más.
A veces cuando la escucho, trato de encontrar en sus palabras algún gesto, una reflexión que me permita comprender cuál es el motivo de tanto enojo si motivos no debería tener al considerarse una mujer exitosa y con un caudal de seguidores que por voluntad o conveniencia están siempre apoyando sus expresiones.
Los argentinos podemos tener muchos problemas y especialmente entre nosotros, pero no somos de aceptar críticas ofensivas hacia nuestros antepasados, a quienes aún sin haber  reconocido sus valores ya sea por desconocimiento al no leer como corresponde o porque simplemente es algo normal que está en la historia y punto.
Ahora resulta que como el gobierno en pleno apoya el lazo de amistad y cooperación con Angola, el peor país del mundo en todo sentido, también nos quieren emparentar a nuestros héroes con los pobres y sufridos negritos de Angola y lo de “negritos”  no es discriminación ya que todos sabemos que orgullosamente son dueños de la raza y somos muy respetuosos de ella, pero en el día de la Patria, en un acto multitudinario como el que presidió en Bariloche, no se le ocurrió nada mejor para justificar su viaje a Angola y sus nefastos resultados que mezclar el agua y el aceite al decir que …“El sargento Cabral, cuyo nombre lleva la Escuela de Suboficiales del Ejército Argentino, era hijo de una esclava negra, cosas celosamente ocultadas por la historiografía oficial, es que cómo iba a ser hijo de una negra el que salvó a San Martín, tiene que ser rubio y de ojos celestes, no puede ser un negro.” Señora presidente, usted cree que si Cabral hubiera sido rubio y de ojos celestes la historia no lo iba a poner en el lugar que ocupa?, la historia no oculta nada, simplemente no le da importancia a este tipo de discriminación que usted se ha empeñado en destacar. Debería señora presidente comenzar a entender que mucho mas de la población argentina no tiene su color de piel y sin embargo muestra con todo orgullo su nacionalidad, costumbres, pasiones como cualquier descendiente de nuestro Sargento Cabral. Quizá a usted le gustaría que fuéramos todos descendientes de los viejos Brad Pitt y Angelina Jolie pero por suerte para nosotros somos así…simplemente como Dios nos trajo al mundo y nos sentimos muy orgullosos cuando nos juntamos los morochitos, los blanquitos o pelirrojos y mejor aún cuando de esa mezcla tan colorida surgen herederos que llevarán en su sangre la esencia pura de la unión de razas. No me importa si el Sargento Cabral era negrito e hijo de una esclava, me molesta y mucho que usted y su séquito hayan viajado a Angola para hacer negocios con sus empresarios en un país que hoy año 2012, tiene más esclavos que argentina cuando nació Facundo Cabral y de eso usted no habla.
Como ciudadano argentino, me di cuenta tarde que esta democracia que usted está practicando, nos  está dejando solos en el mundo, aislados económicamente con las catastróficas medidas que toma al prohibirle a los ciudadanos poder hacer su vida como se le ocurra ya que le confisca los dineros, no permite que ingreses insumos hospitalarios y medicamentos y ahora como si fuera poco, nos prohíbe viajar al exterior por no tener dólares disponibles. Hay miles de argentinos afuera del país que están estudiando o en viaje de negocios y no pertenecen a ninguna agrupación política o empresaria amiga del poder que no pueden disponer de “sus dineros”  porque usted no los deja y no se le ocurra comprar un departamentito de dos x dos porque tampoco podrá hacerlo y si tiene suerte de lograrlo, le averiguarán la vida y milagros para asegurarse que no es un “evasor”. Solo me queda desearle mucho éxito y sabiduría en sus decisiones para que nosotros los argentinos no la recordemos en la historia de la manera como está actuando hoy.
Por último señora presidente, no olvide que el 25 de mayo se realizó el acto central que usted presidió y la lógica indica que su mensaje debería tener un profundo contenido patriótico recordando y destacando a todos los que hicieron posible ser una nación soberana, pero lamentablemente dos o tres veces nada mas mencionó usted la palabra Patria….
Ahora que visitó Angola, todo el día habla de los africanos y cuando viaje a Vietnam seguramente hablará de ellos y nos enseñará por la tele a “todas y Todos” las distintas variedades de cocinar el arroz …esperemos que nos alcance el dinero para poder comprarlo ya que la verdadera inflación no se parece a la que “su” INDEC nos quiere hacer creer y cada día que pasa se hace mas insostenible poder llenar la bolsita…ya no el changuito…recuerde que “la verdad tiene patas cortas”.
“La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie”. José Martí (1853-1895) Político y escritor cubano.
Ricardo Bustos
DNI 7788556
Resistencia Chaco
FUENTE:Enviado por e-mail por su autor

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