domingo, 27 de mayo de 2012

Qué hay detrás del control del dólar

Los economistas no creen que se vuelva a flexibilizar totalmente la compra de dólares, aunque no prevén medidas drásticas como corralito o pesificación de depósitos. Sostienen que el tipo de cambio debería ser más alto, luego de la devaluación del real.

LaVoz
Diego Dávila y Paula Martínez
El dólar volvió a estar en boca de todos. No sólo de los particulares que van a los “arbolitos” o de aquellos que no saben qué hacer con sus ahorros, sino también del propio Gobierno.
El objetivo planteado por las autoridades es claro: obtener este año entre 10 mil y 12 mil millones de dólares. La cifra fue repetida en varias oportunidades por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y por la secretaria de Comercio exterior, Beatriz Paglieri.
Pero, además de conseguir un saldo comercial de esa magnitud quiere que todas esas divisas vayan al Banco Central (en lugar de ser adquiridas por los particulares para atesoramiento) y para eso necesitaba frenar la fuga a través del cerrojo a la compra de dólares.
En todo 2011, la fuga de capitales fue de 22.654 millones de dólares, con un pico en el tercer trimestre de 8.524 millones. En los tres últimos meses de 2011 y en los primeros tres de 2012, este monto bajó a 4.303 millones y 2.271 millones, respectivamente. Ahora se quiere reducir aún más este nivel.
Para lograrlo, está recurriendo a medidas que no sólo frenan la compra de divisas y limitan las importaciones sino que están impactando en la economía real. En abril, bajaron las compras del exterior, también las exportaciones y la actividad industrial (datos de Indec).
Esto, en medio de una situación de inflación interna y depreciación del real de Brasil que agravan los problemas de competitividad de la industria local y no ayudan a la balanza comercial.
“Esto tiene un impacto en la actividad económica, que se va a seguir frenando. Podría rebotar un poco en el segundo semestre por las paritarias, pero no va a haber mucho crecimiento en 2011: menos de dos por ciento”, dice Fausto Spotorno del estudio Orlando Ferreres y Asociados.
Contra la corriente. Con este panorama, varios economistas alertan sobre el atraso cambiario y la necesidad de trepar un escalón en el tipo de cambio oficial.
“Hasta mediados del año pasado, Argentina no sufría un problema de atraso cambiario porque, a pesar de nuestra inflación superior a Brasil, la apreciación del real ayudaba a mitigar la pérdida de competitividad”, dice el economista Gastón Utrera. Desde entonces, esto cambió: “Un tipo de cambio de seis pesos sólo alcanzaría para recuperar la competitividad que teníamos hace un año, pero para llegar a la de diciembre de 2007, debería llegar a 6,76 pesos”, sostiene.
Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central remarca que el Gobierno va a tener que devaluar, “por lo menos un 20 por ciento” lo cual es “inevitable después que Brasil también devaluó”. Por ahora, los funcionarios no quieren avanzar en esta medida: en lo que va del año, siguió con la política de devaluación administrada y en cuenta gotas y el dólar oficial subió sólo cuatro por ciento. “El Gobierno no quiere devaluar y apostó por controlar la cantidad en lugar del precio: esto es, que la gente no compre más dólares”, explica Spotorno. “Como la gente siguió apostando al dólar, el mercado paralelo, que era chiquito, se disparó”, agrega.
Contrariamente a la postura oficial de minimizar el impacto del segmento marginal en la economía, Eduardo Levy Yeyati advirtió en su blog sobre el riesgo de dejar este mercado. Remarcó que “a medida que el blue se desprende del oficial y comienza a fantasearse con ‘tipos de cambio de equilibrio’ de seis o siete pesos, ese dólar paralelo (un precio sin volumen movido por los controles de la Afip) puede convertirse en el ancla de las expectativas cambiarias”. Y agregó que esta situación puede impactar negativamente en la inflación ya que el dólar oficial “puede disciplinar el componente importado del Índice de Precios al Consumidor” pero el resto “el grueso de la canasta de consumo, con el tiempo se iría indexando al paralelo”.
Cómo sigue. “Creo que la devaluación es totalmente necesaria porque, si no, van a haber problemas de empleo”, advierte Pignanelli.
De todas maneras, nadie recomienda a ésta como única solución. “Si no se toman otras medidas que apunten a frenar la inflación, como la contención del gasto o la moderación de la emisión monetaria, la devaluación no va a servir para nada sino que se va a ir a los precios”, agrega el ex funcionario.
En este contexto, Utrera también recomienda un plan antiinflacionario con reducción de expansión fiscal y monetaria, acuerdo de precios y salarios y manejo de expectativas, combinada con un dólar administrado a un mayor ritmo de suba del tipo de cambio.
Una flexibilización total de las restricciones es improbable y sería contraproducente en este momento porque generaría una gran compra de dólares.
Utrera reconoce que lo más probable es que continúen las políticas fiscal y monetarias expansivas, los controles de cambios y que recién se devalúe cuando entren los dólares de la soja y se paguen los Boden 2012 en agosto. También ve posible una aceleración de la depreciación cambiaria con dólar administrado o la implementación de tipos de cambios múltiples.
Estas medidas no son gratis, se están notando en el nivel de actividad. Los economistas no ven lógica la implementación de una pesificación o un corralito bancario, ni un escenario hipotético de crisis como la de 2001-2002. Lo que hará el Gobierno es una incógnita, con su historia es difícil predecir qué camino tomará.
Restricciones
Control de Afip. Desde noviembre de 2011 el fisco debe autorizar previamente cualquier compra de divisas. 
Balanza comercial. Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, dijo que se necesitaban este año entre 10.000 y 12.000 millones de dólares.
Para importar. A partir de febrero de 2011 la Afip da el visto bueno a las operaciones de importación (Declaraciones Juradas Anticipadas).
Cerrojo cambiario. En la segunda semana de mayo, la Afip restringió abruptamente la compra de dólares para la mayoría de las operaciones. 
Mercado negro. A partir del virtual cierre del mercado formal, esta demanda se trasladó al dólar blue (o marginal) que se disparó a $ 6, influido también por las expectativas negativas del cerrojo cambiario.
6,00 pesos terminó el dólar “blue” en el mercado marginal el jueves. El de contado con liquidación (dólar fuga) llegó a 6,20. El oficial cerró a 4,48.
2.271 millones de dólares fue el monto de activos de libre disponibilidad (fuga de divisas) del 1º trimestre de 2012. Casi la mitad del trimestre anterior.
FUENTE:Publicado en  http://www.lavoz.com.ar/suplementos/negocios/que-hay-detras-control-dolar

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