martes, 19 de febrero de 2013

Así se fue el hijo de Colman de Potae Napocná Navogoh, como muchos otros, y como muchos otros no volverá vivo, el chico está ahora en la morgue de un Hospital de Buenos Aires, con la suerte de que un pariente estaba en la misma circunstancia en Buenos Aires y pudo ser avisado e ir a reconocerlo y que gracias a tanta lucha Félix Díaz y su comunidad tienen bastantes contactos como para que los puedan ayudar con la burocracia para que al menos el chico vuelva. Otros, de otras comunidades, y muchos también de Potae Napocná Navogoh nunca serán encontrados, su familias no los podrán buscar, o como los Wichí de la zona de Ingeniero Juárez que supimos hace unos meses serán abandonados en algún camino sin comida y sin agua luego de ser usados por meses en una finca y dejándoles por paga un nylon con el que se cubrieron a la vera de la ruta, perdidos hasta ser encontrados antes de haber muerto, por suerte por un hermano que los asistió y trasladó otra vez a sus comunidades.
El exterminio continúa, la impunidad es más escandalosa porque ahora se comete a la vista de todos, las complicidades son más descaradas entonces también, las imágenes de las injusticias y las noticias sobre lo que ocurre recorren el mundo, ha llegado al máximo Tribunal de Justicia, y lo siguen dejando pasar, y no les han devuelto las tierras, ni les permiten acceso al agua, sino que los siguen matando, como al hijo del hermano Pablo, a la nieta y la compañera de Coyipe y a cientos en todas las comunidades por tráfico de órganos, enfermedades evitables no tratadas, falta de acceso al agua, discriminación y enfrentamientos que desde el estado se da el ejemplo a la población de que son legítimos porque no es otra su actitud ni la respuesta más que más injusticias. Y también mueren los tratados, los que migran porque en sus comunidades se les hace la vida imposible.
Debe investigarse que pasó con el hijo de Colman, el empleados debe responder con lo que ese joven partió a buscar para su familia, el sustento y el derecho laboral, y si no cumplió la ley y esto es una más de la trata de personas, a ver si el Gobierno colabora como con los casos que les son útiles políticamente para hacerse ver que apoyan, cuando en realidad son parte de uno de los negocios más grandes del mundo que crece en el país junto al narcotráfico y que nunca podría ser así si no formaran parte los más poderosos, que entonces deben pagar como delincuentes y mafiosos que son, y no pagarles las víctimas como representantes que se quieren hacer pasar cuando solo representan su interés por más riqueza, mafia e impunidad al igual que cada uno de los que pretenden competirle legitimándolos y sin denunciar.

A este joven lo trajeron a trabajar a Buenos Aires, se sintió mal, los compañeros le pagaron un remís hasta el hospital y lo trasladaron, tenía dolor en un brazo, a los dos días murió, ahora hace 8 días que está en la morgue. Para tener derecho a los indígenas, y digo los que están en las comunidades o son trasladados así para la trata y la explotación, no los acomodados que también los hay y burgueses que ya son otra cosa, y parte de las clases integradas, no se los considera humanos, pero para la burocracia si, aún no lo pueden trasladar, y siendo que por la lucha los Qom tienen muchos amigos y contactos en Buenos Aires, imaginemos qué queda para los demas, justicia por ahora no ha tenido ninguno de los casos que han padecido a pesar de tener tantos “defensores” y hasta tan amigos del Gobierno y hasta haber sido atendidos por el Congreso y la Corte Suprema.
Dicen que antes cuando moría un qomleq no había que nombrarlo para dejarlo irse tranquilo, y así tiene que ser, pero ahora no basta con no nombrarlos para que se vayan tranquilos, hay que nombrar a los responsables y que haya justicia para que no solo el que se fue vaya tranquilo sino los que estamos vivos tengamos perspectivas de morir por algo justo y no por la maldición de unos pocos poderosos delincuentes e ignorantes, tratantes de personas y explotadores que se sirven de la política del destierro y del despojo para traer a los jóvenes indígenas a morir sin nombre y sin derecho lejos. Pero cada vez más cerca, el pueblo Qom ahora tiene nombre para muchos más y existencia, ya casi entidad de seres humanos al menos por lo que se dice aunque no se condiga con el trato para la mayoría en los hechos, y un nombre más digno que el despectivo toba. Un caso que se conozca, que se pueda denunciar, que no quede impune, es una esperanza, por ahora ni a eso hay derecho, esperemos que está vez esto o quede solo así.
Fuente: Publicado por Medios y Opinión

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