Acosado por el estancamiento económico, los argentinos están cada vez más cansados de la obsesión de la presidenta Cristina Kirchner con las Malvinas, informa Philip SherwellPor Philip Sherwell , Buenos Aires
Para un presidente acostumbrado a la adulación en los mítines cuidadosamente orquestados en la tierra de Eva Perón, la emisión de demostración en la televisión nacional no han sido bien recibidos.
Cuando el nombre de Cristina Kirchner fue mencionado en la ceremonia del primer aniversario del viernes a las familias de un fatal accidente de tren en Buenos Aires, hubo silbidos y abucheos.
Entonces, de la multitud reunida en los andenes de la estación de resumen de la capital 11, donde 51 personas murieron en un accidente ferroviario atribuido a falta de fondos, llegaron los gritos furiosos de "hija de puta".
A tan sólo 15 meses, el líder argentino fue tomando el sol en el resplandor de una victoria aplastante, pero su popularidad ha decaído dramáticamente a medida que la economía ha fracasado.
Y así, antes de las elecciones legislativas que darán forma a su futuro político, que una vez más ha vuelto a su distracción favorita de dificultades internas - reclamo de Argentina por las Malvinas.
De las islas 1.619 votantes registrados el mes que viene se le pedirá si desean seguir siendo un territorio británico de ultramar, en un referéndum que Downing Street y las Malvinas habitantes esperan contrarrestar la señora de Kirchner demandas de las negociaciones con Londres sobre la soberanía.
Nadie duda de que el veredicto será un rotundo "sí" de los habitantes del archipiélago barrido por el viento que se encuentra a 300 millas de Argentina, pero ha sido parte de la corona británica desde 1833.
No es igual de acuerdo abrumador en Argentina que Las Malvinas, ya que las islas se llaman en español, son territorios ocupados. Esa convicción no es sorprendente, dado que la reclamación de la soberanía se perfora en los escolares del país desde la edad de cinco años, a través de canciones patrióticas en las aulas decoradas con mapas que muestran las Malvinas en la bandera argentina de azul y blanco.
A principios de este mes, la señora Kirchner envió Héctor Timerman, su ministro de Relaciones Exteriores, a Londres en una misión quijotesca propaganda para promover la causa y escribió una carta abierta a David Cameron, el primer ministro británico denunciando el "colonialismo".
Sus ayudantes secamente descartar el referéndum como un "truco mediático". Los isleños "se implantan los colonos que no tienen el derecho de definir el estatus del territorio", señaló Daniel Filmus, un importante aliado de Kirchner, quien acompañó al Sr. Timerman a Gran Bretaña.
Esta vez, sin embargo, ella intenta jugar la carta nacionalista para reforzar el apoyo interno están bajando notablemente plana, como la lucha de los argentinos, con una economía estancada y una de las tasas más altas del mundo inflación.
"Las Malvinas son ciertamente cerca del corazón de todos los argentinos, pero el intento del gobierno de utilizar las islas como una distracción de sus problemas internos, en particular el deterioro de la situación económica, está fallando", dijo Martín Redrado, el ex gobernador del Banco Central, el Sunday Telegraph en su edificio de oficinas moderno en el centro de Buenos Aires.
"La cuestión Malvinas no va a cubrir el aumento del desempleo, la falta de inversión, la alta inflación y el crecimiento mediocre."
Si alguien sabe sobre el manejo de la señora de Kirchner de la economía, es el señor Redrado. Para él renunció a su antiguo puesto tras una disputa con el presidente - un enfrentamiento que en un momento lo vio bloqueado fuera de su oficina por la policía - a través de sus planes para explotar las reservas del banco para pagar la deuda externa del país.
De hecho, para todos los esfuerzos de la señora de Kirchner a avivar el fervor nacionalista sobre las islas, lo que era tan llamativa la semana pasada fue la causa remota que parecía en las calles arboladas de Buenos Aires en los días más calurosos del verano en el hemisferio sur.
En los cafés y restaurantes de carnes de una ciudad que se siente tanto como París, Madrid y Roma, América del Sur, de clase media, los lugareños expresaron su exasperación más dominio del gobierno sobre la economía y consejos compartidos acerca de dónde obtener dólares para viajes al extranjero en el de las llamadas "cuevas" (casas) para el intercambio de divisas ilegales.
"Es un artículo de fe para los argentinos que las Malvinas son nuestro territorio, pero nadie está interesado en este enfoque obsesivo e inflamatorias de Kirchner", dijo Daniel Menéndez, de 41 años, un consultor de gestión, ya que compartimos una botella de vino del país Malbec con amigos en un restaurante de Buenos Aires.
"Sabemos que la realidad es que los isleños se consideran británicos, que van a votar a seguir siendo británicos y que nada va a cambiar eso.
"Ella acaba de batir esto porque la economía es un desastre y es un año electoral. El verdadero problema en este país no es quien ejecuta las Malvinas, pero como cada día, ella nos está haciendo más a Venezuela de Hugo Chávez ".
Para la clase obrera argentinos tratando de estirar el cheque de pago semanal ya que la inflación golpea a un 30 por ciento, el destino de las islas era también muy lejos de sus mentes.
"Por supuesto, todos estamos de apoyar la recuperación de las Malvinas, pero la verdad ahora mismo me gustaría que el gobierno se ocuparía de la economía y obtener precios bajos en lugar de toda esta charla acerca de algo que no podemos cambiar", dijo Isabel Benítez, de 47 años, que se dirigía a su trabajo como limpiador hotel pasado el cementerio de la Recoleta, donde Evita - está enterrado en una tumba de la familia de mármol - como Eva Perón es universalmente conocido."Yo preferiría Cristina se centró en el funcionamiento de las 23 provincias que ya tenemos."
Cuando la fijación del presidente Malvinas recibe apoyo inquebrantable es de los veteranos de la invasión de 1982 y sus colegas políticos peronistas populistas.
Una figura imponente con el pelo plateado y una marcha de oso, Carlos Kunkel es un viejo enemigo de la junta militar que inició la guerra y pasó siete años en la cárcel como preso político. Sin embargo, el legislador de 67 años de edad, un aliado de la familia Kirchner durante cuatro décadas, es inflexible sobre la situación de las islas.
"Hace un siglo, la bandera británica voló más de la mitad del mundo, pero ahora es Gran Bretaña sólo aferrándose a unos pocos restos de su imperio", dijo desde su oficina parlamentaria, sus paredes de madera forrada con fotos de Eva Perón y los Kirchner.
"Vamos a recuperar las Malvinas pacíficamente mediante negociaciones, no la violencia. Es el Inglés que se enfrentan a un fuerte movimiento por la independencia de Escocia y han derramado tanta sangre derramada sobre Irlanda ".
Sr. D. Filmus Kunkel y son, respectivamente, el nieto e hijo de inmigrantes europeos a Argentina, donde la población indígena fue casi aniquilada por los colonos. Sin embargo, ellos no ven la hipocresía en su argumento de que los isleños, cuyos antepasados se trasladó a un territorio despoblado Argentina antes de que existiera ahora no debería tener derecho a la libre determinación.
"Lo que fue colonizado no era un pueblo sino un territorio de referéndum ilegal y no puede cambiar eso", dijo Filmus.
Para el presidente Kirchner, ese debate es una distracción bienvenida.Los abucheos y silbidos en la demostración del viernes sobre el choque de trenes - que familiares de las víctimas culpan en parte por falta de financiación de tren - no eran expresión aislada de la disidencia.
Su gobierno de izquierda también está involucrada en un enfrentamiento enconado con sus antiguos compañeros de los sindicatos del sector público que persigue aumentos salariales para mantener el ritmo de la inflación en espiral.
Hugo Moyano, el país más poderoso líder sindical, acusó al presidente de "puñaladas por la espalda" y describió sus ministros como "lame botas" en una manifestación airada protesta la semana pasada. Y los maestros de escuela van a la huelga esta semana para impulsar sus demandas salariales.
La señora Kirchner tuvo un gusto personal de la profundización de los problemas económicos de la de su país el mes pasado, cuando no podía tomar su propio avión presidencial, un Boeing $ 40 millones 757 conocido como Tango Uno, en un viaje al extranjero por temor a que pudieran ser incautados a petición de los acreedores .
Para un político famoso vano apodada "Reina Cristina" por sus críticos, que sin duda hubiera sido una experiencia humillante. Pero no sería la primera vez que un buque insignia del Estado argentino como el símbolo de la marina de guerra del país, un mástil alto-nave, fue incautado recientemente por dos meses después de atracar en Ghana.
El buque fue puesto en libertad sólo después de que un tribunal dictaminó que, como un activo militar, era inmune a las acciones legales de los acreedores, aunque su eventual regreso a puerto en Argentina fue anunciado con celebraciones entusiastas afines a una gran victoria naval.
Eso es realmente lo más cerca militar muy empobrecido de la Argentina va a llegar a ninguna especie de triunfo en el mar. Porque a pesar de las preocupaciones en algunos sectores sobre la capacidad de Gran Bretaña para proteger las Malvinas contra una repetición de la invasión de 1982 a raíz de los recortes de defensa, la realidad es que las fuerzas armadas de la Argentina son una sombra de su fuerza en los días de la junta.
En efecto, el destructor de la Armada que llevó al ataque de 1982 se hundió en sus amarres mes pasado, una caída emblemático de las fortunas decrecientes de una flota otrora orgullosa. De los 70 buques de la Armada, sólo 16 se dice que están en condiciones de navegar.
Con ni la capacidad ni el deseo de montar una nueva incursión militar contra las islas, el gobierno argentino ha recurrido a la intimidación en lugar y atrayendo a impulsar su reclamo por las Islas Malvinas. Más recientemente, los operadores de cruceros que incluyen una parada en Port Stanley en sus itinerarios del Atlántico Sur se les dijo que no se permitiría realizar llamadas en los puertos argentinos.
El gobierno de Kirchner no sólo ha subido las tensiones con Gran Bretaña. También ha molestado Estados Unidos e Israel con propuestas a Irán, que ya goza de buenas relaciones con América Latina la señora de Kirchner de izquierda aliados en Venezuela y Ecuador.
Su gobierno está reaccionando a las penurias económicas, tratando de manipular el mercado y masajear los números. El Fondo Monetario Internacional recientemente censurada por los libros de cocina económicas mediante la entrega de datos distorsionados, sobre todo insistiendo en que la inflación es del 11 por ciento cuando los analistas independientes sitúan la cifra en cerca de tres veces la tasa.
Gran Bretaña este mes se unió a los EE.UU. y algunos otros países europeos al anunciar que votará en contra de los préstamos a Argentina para proyectos no-pobreza en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo por malversación financiera del país.
Las imprentas del gobierno ya están trabajando horas extras como la oferta monetaria se incrementa en un 40 avivando la inflación por ciento al año. Y el gobierno de Kirchner se espera para embarcarse en una juerga de gastos fresco antes de las elecciones legislativas de octubre, con el aumento de los subsidios estatales, las pensiones y los salarios públicos dirigidos a los bloques de votantes clave - los pobres, el sector público y estudiantes.
Hay mucho en juego para que el voto de otoño. Leales a Kirchner, que tiene el lema no oficial de "Cristina para siempre", tienen la esperanza de que un triunfo en las urnas por su Frente para la Victoria les permitirá impulsar una enmienda constitucional para permitir su funcionamiento para un tercer mandato en 2015.
Sin embargo, esas perspectivas se han atenuado recientemente. Hace un año, en el apogeo de su popularidad, el 69 por ciento de los votantes que la vi en una luz positiva y sólo el 14 por ciento negativamente. Hoy, esas cifras se han reducido a un 42 por ciento de valoración positiva y el 33 por ciento negativo, según una investigación realizada por la empresa encuestadora Poliarquía.
"La política del presidente Malvinas es impulsado por la agenda nacional mientras busca un tema que es difícil que un rival de oposición, pero en realidad es sólo retórica política en lugar de estrategia significativa", dijo Sergio Poliarquía de Berenstein. "¿Qué hizo la visita de Timerman a Londres alcanzar? Era política de gestos, sino una oportunidad perdida para cualquier negociación real y la diplomacia ".
Para la señora Kirchner, whoused a ser la mitad del marido más poderoso de América Latina y mujer, ha sido una dramática caída a la tierra. Su esposo Néstor, quien murió en 2010, ganó por primera vez la presidencia en 2003, y siguió con victorias en el 2007 y luego de 2011, cuando el voto de simpatía de su muerte ayudó a barrer la espalda a la Casa Rosada (Casa Rosada), la Argentina presidencial palacio.
En efecto, cuando un confidente sugerido recientemente que el que dan un toque de color a su vestuario de diseño de "negro de viuda", su respuesta fue simple.
"Negro me trae suerte", le divulgan para haber declarado, diciendo que no tenía intención de cambiar el look. En cambio, la señora Kirchner, quien cumplió 60 años la semana pasada y cuyo aspecto se cree ampliamente que se han beneficiado de la cirugía estética, que parece ser cultivo de comparación con un líder populista antes viudo - Eva Perón, más conocida como Evita.
En los mítines de fuego, shedelivers retórica similar nacionalista frente a las imágenes de Evita. Pero de acuerdo con un ex privilegiada Kirchner, ahora también sufre los mismos delirios de grandeza y poder.
"Ella es una persona paranoica, arrogante que a su vez esconde una profunda inseguridad", dijo. "Ella es una persona muy desconfiada que se rodea de un pequeño grupo de hombres y mujeres sí sí." "La Casa Rosada funciona como un tribunal. Ella es la reina rodeada de cortesanos que sólo quieren entregar buenas noticias. "El presidente está ahora dice que está preparando a su hijo Máximo, un líder de la juventud peronista, por un futuro en la política. Pero ella no tiene heredero inmediato de la oficina. Y así, mientras que el resultado del referéndum del próximo mes en las Malvinas es una conclusión inevitable, lo mismo no puede decirse para el futuro de la Cámara de los Kirchner.
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