lunes, 11 de marzo de 2013

MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO
Por el Dr. Jorge Enrique Yunes (*)
Qué pena da ver a la Iglesia Católica Apostólica Romana de rodillas. Claudicante. Absolutamente permeable a las riquezas y flaquezas de este mundo. A sus angurrias. A sus espurios intereses. Una Iglesia vapuleada por las conspiraciones más terrenales que puedan existir. Una Iglesia sospechada y corrompida, que no da testimonio de vida cristiana. Acechada tanto desde adentro como desde afuera. Más humana y terrenal que nunca. Encerrada en su propio Mundo. En su propio Estado. En sus propios Intereses Políticos. Es la única religión del mundo que se dio el “lujo” de constituirse en un Estado Políticamente Soberano, El Vaticano. Que error garrafal. Que inapropiada mixtura. Ni Musulmanes ni Judíos ostentan ese “privilegio”. Con su propia Bandera. Con su propio Territorio. Con sus propios Ciudadanos. Con sus propios Gobernantes. Con sus propias Leyes y Tribunales. Con su propia Economía y con sus propias Crisis. Y me pregunto, como se lo preguntará Ud. amigo lector: ¿Es esta la Iglesia de Jesús de Nazareth? ¿El Vaticano refleja la humildad y sencillez del Pesebre de Belén? ¿Los Obispos y Cardenales son fieles imitadores de la pureza y humildad de Cristo? ¿En qué se parece el pomposo atuendo de los purpurados a la simple túnica de lino que Jesús vestía ceñida a la cintura con un lazo y calzando modestas sandalias? ¿Se compadece la conducta de aquellos religiosos cuestionados por conductas sexuales inapropiadas, con la desplegada por Jesús de Galilea? Creo que algo está fallando. Está claro que el mensaje del Mesías no se entendió, o lo que es peor aún, se tergiversó maliciosamente. Esta no es la Iglesia que pretendía Jesús. Su reino no era de este mundo, y las riquezas que debían portar aquellos valientes decididos a seguirlo debían ser precisamente espirituales, no materiales. Así lo entendió San Francisco de Asís, así lo vivió el Padre Pío de Pietrelcina y así lo sufrió Juan Pablo I (Albino Luciani) y la Madre Teresa de Calcuta, para dar solo algunos ejemplos de verdadera vida cristiana. Necesitamos un Iglesia pobre de riquezas materiales, pero que sea inmensamente rica en valores espirituales. Que se preocupe de los necesitados y desvalidos. Que vele el sueño de los niños carenciados. Que lleve consuelo fraterno al anciano y al enfermo. Que sea una verdadera guía espiritual de la juventud. Que sea una llama viva de la serena fe cristiana. Que olvide las finanzas vaticanas y desprecie el poder político y las riquezas materiales y que pose finalmente su mirada en las auténticas necesidades de la creatura de Dios, el Hombre. Pedro, tu rebaño aún sigue esperándote.-

(*) Dr. Jorge Enrique Yunes; Abogado; Doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista Político; Investigador; Precandidato a Diputado Nacional Titular por el Distrito Santa Fe en las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 14 de Agosto de 2011. Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina. jeayunes@yahoo.com.ar  Twitter@Dr_Jorge_Yunes www.pregonnacionalista.blogspot.com.
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