Aun cuando las encuestas de hoy puedan expresar algún cambio cuando llegue el momento del escrutinio, todos los indicios indican que el Frente para la Victoria experimentará la derrota en los principales distritos del país.
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Por: Aldo Norberto Bonaveri
Hemos entrado en horas decisivas, con la realización de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias “PASO”, seguramente se aclarará el panorama político que culminará formalmente en las legislativas de octubre. Empero, el próximo domingo también comenzarán a esbozarse los proyectos políticos sustentables hacia las presidenciales del 2015
Tal como están las cosas en este momento lo más probable es que el comicio arroje distintas lecturas e interpretaciones, habida cuenta que expiran los mandatos de los diputados electos en 2009, (la peor elección del kircherismo desde que está en el poder) aun perdiendo puede incrementar su número en la cámara baja, no obstante nada hace suponer que el oficialismo logre su objetivo más preciado: conseguir que el Congreso habilité la reforma constitucional, que le permita a Cristina Fernández ir por la re-relección dentro de dos años.
Lo que seguramente no será novedad es que a nivel país el conteo de votos “no peronistas” será magro, había cuenta que en varios distritos, comenzando por la provincia de Buenos Aires, la hegemonía justicialista habla por las claras cuanto le cuesta al radicalismo recuperarse del síndrome De La Rúa, al mismo tiempo evidencia las dificultades de instalarse en la sociedad a terceras fuerzas. Sin duda este escenario no es obra de la casualidad, sino producto de los errores recurrentes de una oposición que salvo en contadas excepciones no ha sabido comprender la realidad, ni interpretar el reclamo constante del segmento que no comulga con el Gobierno. La pertinaz conducta de privilegiar proyectos personales y, la prevalencia de egos, les ha impedido discernir que la herramienta adecuada de saldar diferencias en matices y apetencias son precisamente las PASO, utilizando todas sus potestades.
La prueba más elocuente es precisamente el “primer estado argentino”, donde se concentra el 38% del electorado nacional; por razones prácticamente incomprensibles las fuerzas de centro izquierda no han sabido ni pudieron emular la alianza gobernante en Santa Fe o, adoptar el aprovechamiento del sistema electoral vigente como en Capital Federal, donde todo hace presumir que ese espacio tendrá una digna performance.
Aun cuando las encuestas de hoy puedan expresar algún cambio cuando llegue el momento del escrutinio, todos los indicios indican que el Frente para la Victoria experimentará la derrota en los principales distritos del país, seguramente mantendrá la supremacía en la mayoría de las provincias del norte, (a priori se vislumbran inciertos los resultados de Tucumán y La Rioja) y, con sufragios propios o aliados tradicionales sumará más legisladores en la Patagonia, (con un escenario posiblemente adverso en Santa Cruz)
No es ninguna novedad que el país está dividido como pocas veces en su historia; los que aprueban al gobierno lo votarán invariablemente el domingo 11, a los votos que recoja el Frente para la Victoria o sus aliados provinciales difícilmente se le sumen más voluntades en octubre, distinto será en las fuerzas de oposición. Al respecto es importante destacar que las listas opositoras que mejor se posiciones, podrán ser entonces beneficiadas con algún tipo de polarización, independientemente de la posición que adopten sus referentes, para los electores no kirchneristas la prioridad es que no gane el oficialismo.
En la provincia de Buenos Aires, el Frente Renovador de Sergio Massa lleva en los sondeos de opinión una ventaja sobre el bendecido por la presidenta, Martín Insaurralde, de 5,5 puntos (33,8% a 28,3%), por el tercer lugar pero a la distancia, pujan el Frente por la Unidad y el Trabajo que encabeza Francisco de Narvaez y, el Frente Progresista Cívico y Social que postula a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. El resto de las listas, conforme a las últimas mediciones, tendrían dificultades para lograr el 1,5% de los votos, que es el piso que se requiere para poder presentarse en octubre.
En las últimas semanas el Frente para la Victoria logró achicar la diferencia que en “la largada” logró sacarle el intendente de Tigre, tal acercamiento se produjo en tanto la presidenta no titubeo en ponerse al frente de la campaña, en ese cometido apeló a todos los recursos lícitos, pero tampoco escatimó en recurrir sin escrúpulos en arbitrariedades vedadas por la ética y la legislación. El tupé llegó al punto de utilizar en los afiches la foto con el Papa con Cristina e Insaurralde, violar las normas empleando la cadena nacional y, anunciar anticipadamente el incremento que por ley le corresponde a los jubilados, pero que será recién aplicado en septiembre.
En Capital Federal la elección plantea algunos interrogantes que concitan expectativas, allí además de diputados se eligen senadores nacionales, en la actualidad el kirchnerismo cuenta con uno propio y otro habitualmente aliado. Conforme a las encuestas más confiables la fórmula del Pro Gabriela Michetti – Diego Santilli estaría asegurándose las dos bancas de la mayoría; si bien los candidatos del Frente para la Victoria Daniel Filmus – Paula Español sería el segundo binomio más votado, la sumatoria de los tres sub-lemas de UNEN (Coalición Sur, Juntos y Suma +, encabezados por Fernando Solanas, Alfonso Prat Gay y Rodolfo Terragno respectivamente) los superan. (La siguiente tabla corresponde a la encuesta publicada en La Nación realizada por Poliarquía)
ENVIADO POR SU AUTOR, DE PREGÓN AGROPECUARIO
Si bien en este sentido las matemáticas no son exactas, bien puede ocurrir que no todos los sufragios de los tres precandidatos en las PASO se vuelquen al más votado, también podría ocurrir que la citada polarización arrastre votantes de las fuerzas sin chances de competir por un escaño en la cámara alta.
En diputados el enigma es aún mayor. La lista del PRO que encabeza el rabino Sergio Bergman aparece con la mayor intención de votos y, al igual que en el caso anterior la segunda nómina es para el Frente para la Victoria con Juan Cabandié, pero los tres sub-lemas de UNEN en conjunto se alzarían con la victoria, mostrando una recuperación electoral significativa de Elisa Carrió. En este caso la encuesta no consigna el porcentaje de la cuarta lista de esa Coalición que lleva en primer término a Leandro Illia.
En Santa Fe difícilmente haya sorpresas, el Frente Amplio Progresista que lleva como 1° y 2° a Hermes Binner, y Mario Barletta, presidentes a nivel nacional del FAP y la UCR respectivamente, marcha al frente cómodamente en todas las encuestas (43%), por lo que la puja principal es por el segundo lugar que se disputan palmo a palmo el Frente para la Victoria con Jorge Obeid como cabeza de lista y la Unión-PRO liderada por Miguel Torres del Sel (21,5 y 20% aproximadamente).
Córdoba es habitualmente un territorio hostil al kirchnerismo, factor que ahora parece profundizarse, en las últimas semanas la boletas de la alianza que gobierna la provincia Unión por Todos (PJ y aliados) parece consolidarse en el primer lugar. La lista que lleva en primer término al ex gobernador Juan Schiaretti marca una tendencia del 21% frente al sub-lema que se impondría en la interna de la UCR lleva a Oscar Aguad, que obtendría según sondeos 13,7%. Cabe consignar que en el centenario partido compiten otras dos propuestas lideradas por Miguel Angel Abella (3%) y Dante Rossi (2,7%); en tanto el Frente Renovador con Martín Llayrola (6,5%) lo hace en el espacio peronista.
El tercer lugar es el más disputado. El PRO hace su bautismo electoral en la provincia mediterránea postulando al ex árbitro de fútbol Héctor Baldassi con una intención de voto de 8,8%, mientras el Frente para la Victoria con el primer lugar para Carolina Scotto estaría hoy sumando 8,1%, en tanto Por Olga Riutort con Por la Fuerza de la Gente se aproxima al 8%.
En Mendoza Julio César Cleto Cobos se encamina a alzarse con la victoria con la boleta de la UCR y aliados superando el 31% en los pronósticos previos, en tanto el Frente para la Victoria encabezado por Alejandro Abraham se acerca al 24%. Por su parte el disidente ex gobernador radical Roberto Iglesias reuniría el 6,5% y la alianza del Partido Demócrata con el PRO con el 6%.
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