viernes, 27 de junio de 2014

LA CREDULIDAD DEL PUEBLO

Foto del perfil de María Celsa Rodríguez (tú)Por María Celsa Rodríguez
Cuando un pueblo es crédulo, se deja manosear la materia gris de tal modo, que es llevado inocentemente hacia el paredón de la voz suprema del poder. El pueblo no distingue la fuerza y el control desmedido que yace sobre su voluntad, porque está alucinado por los entusiastas que los gobierna,  y cree que lo que emana de ellos es la verdad. Cuando en realidad les están haciendo beber la decadencia de una década marcada por el fracaso de uno de los gobiernos más corruptos de la historia argentina reciente.

Bernard Flynn escribió en " Lefort y lo político": "es a través de la credulidad del pueblo, como la imagen del príncipe se constituye. Maquiavelo sostiene que "los hombres son inexpertos y por eso, ligado a las necesidades del momento, el engañador siempre encontrará a alguien a quien se pueda engañar, con el cual pone énfasis en un cierto acto de complicidad en el engaño. Según la lectura que Lefort hace de "El Príncipe", hay una realidad por parte del pueblo, un acto de complicidad en su engaño, un acto que de manera progresiva va tomando un carácter de intercambio simbólico".

El pueblo en definitiva se sabe engañado, pero aún así continua vitoreando la escena, por la lluvia de maná que recibe en compensación, al ser partícipe de la fábula que con astuta maquinación, entretiene a la masa conformista que aplaude fascinada ante el líder.

En su libro "La credulidad", el Dr. Gabriel Boragina explica " encontramos personas que o hablan mal del gobierno o que directamente no hablan de él de ninguna manera. Y ciertamente que no hablen de él no implica en modo alguno, que acuerden o simpaticen con él, más si tenemos en cuenta una característica sociológica del argentino que es la resignación. En su mayoría el argentino medio es una persona fatalista, pero un fatalismo que raya en el pesimismo y la resignación, conformándose con las cosas - al menos- no empeoren. La resignación argentina muchísimas veces, adopta la forma de un optimismo altamente ingenuo, pasando de la esperanza de que las cosas no empeoren, a otra esperanza mas ingenua y sin pruebas, que lo sustente, de que por algún albus del destino, quizás hasta incluso "mejoren algo" y deje librado al azar y a lo divino que mágicamente cambie las cosas y todo se revierta"

La credulidad de las masas cuando es conducida en declive hacia el fanatismo hace que los ojos quedan vendados ante la realidad, esforzándose a imponer con   fórceps un pensamiento, una ideología, una verdad, para hacer de esa bandera una pasión que desborda de irracionalidad.

Lorenzo V Burgoa dice " que la credulidad es algo moralmente negativo, en cuanto es una creencia sin garantías que puedan conducirnos al error; y se supone que podemos ser responsables también de nuestros errores, que ellos son una mengua de la autentica libertad, etc. Finalmente, tendríamos el punto de vista propiamente crítico y gnoseológico, en cuanto a valorar la actitud de creencia en relación con la verdad y certeza de nuestro conocimiento"
Entonces ¿podemos decir con certeza que lo que creemos es la verdad? ¿Podemos afirmar sin tener todo el conocimiento sobre los hechos, que todo es tal cual como lo creemos? ¿Tal cuál como surge de la palabra oficial?
Burgoa agrega " No cualquier conocimiento es verdadero por el simple hecho de ajustarse a la realidad: adecuación o coincidencia meramente material con lo real; sino solo aquel tipo de conocimiento del que sabemos que es verdadero"

Pero ¿como se logra la credibilidad?
1) mediante la confianza;
2) mediante la conducta que muestra el gobierno ante los hechos y ante los problemas que se suscitan a lo largo de su mandato;
3) por el compromiso que asume ante  la palabra dada que cumplirá las promesas de campaña

Ya que la base de credibilidad es la confianza, que solo se logra:
1) con el comportamiento que tenga el gobierno ante los reclamos del pueblo; 
2) por la comunicación fluida entre las necesidades y las soluciones; 
3) por el canal de diálogo y no de monólogos entre gobernantes y gobernados;
4) con una burocracia mas pragmática y menos chicanera

Si bien, parte del pueblo camina sumidos en la mediocridad y en la ignorancia, estupidizados por la mediatez del conventillo cotidiano, con la inteligencia empantanada en alpargatas, empujados por la vaguedad de lo que otros dicen, repitiendo errores con la imprecisión de la verdad y embriagados por mensajes falsos.

La brecha nos mantiene a todos en veredas opuestas, por un lado los que se mantienen agnósticos a la verdades oficiales, en una constante "suspensión del asentimiento credencial" y por el otro lado los que creen ciegamente, hasta el mas encendido fanatismo, en la palabra sagrada que emana de su líder.

Gracias Pregón Agropecuario http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=5424 
Gracias   Crónica y Análisis por la publicación
Gracias Informador Publico  http://site.informadorpublico.com/2014/06/28/la-credulidad-del-pueblo/
Gracias Diario de Pigafeta  http://www.diariodepigafeta.com.ar/ampliada.php?cual=locales&id=5154

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