jueves, 14 de agosto de 2014

BUITRES: ¿A QUIÉN SENTAMOS EN EL CABALLO DE BRONCE?

Por el Lic. Jorge Ingaramo.
Los prospectos de los Bonos de los canjes establecen que “la obligación de la Argentina a hacer los pagos del capital y los intereses en los bonos no será satisfecha hasta que esos pagos sean recibidos por los tenedores de los bonos”. Esta es la razón por la cual se han disparado los seguros, según el Comité de Determinaciones de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA). La “falta de pago” está activando los seguros contra default.
Las condiciones de los Bonos en default incluyen dos cláusulas, cuya ejecución complicará aún más la situación del país:
a) La cláusula de cross – default, implica que la cesación de pago de un determinado bono pone a los demás en la misma condición.
b) Producido el default, con la participación del 25% de los bonistas de cada serie, medido en valor, se puede solicitar la “aceleración”, por la cual se da por vencido y cobrable el 100% del capital adeudado y los intereses devengados del bono en cuestión. Dicha aceleración puede no surtir efecto, si la Argentina regulariza la situación de pago efectivo en 60 días.
Este simple recordatorio de los riesgos que ha asumido el Gobierno Nacional, no contempla las consecuencias difícilmente mensurables del dictado, por parte del Juez Griesa, del denominado “desacato” a su sentencia.
Si el intento de acudir a La Haya no ha prosperado y el Juez amenaza con el desacato, entonces ¿qué está pasando, ya que los papeles argentinos aumentan de precio en el mercado local, mientras reducen su valor, en los casos que tienen cotización en la Bolsa de Nueva York?.
Es difícil tener una interpretación económica sin considerar el aspecto político. Ayer se conoció una encuesta de Poliarquía que, en resumen, dice:
- La mayoría de los consultados es pesimista frente a las consecuencias del default en la economía real (68%).
- Quienes se oponen al Gobierno tienen la percepción de que la economía nacional se verá muy afectada (90%), mientras que quienes simpatizan con aquél tienen una percepción negativa por apenas 43%. Pero la tienen.
- Con respecto a qué hacer de aquí en más, 57% propone seguir negociando, 22% ofrece pagar y 13% quiere esperar a que los hold-outs cedan.
- La percepción sobre la actuación del Gobierno, en este caso, bajó de 47% positiva en la tercera semana de julio, al 41% en la primera semana de agosto.
- Finalmente, 42% piensa que el sector financiero internacional perjudica a La Argentina, mientras que el 47% opina que se llegó a esta situación por un mal manejo del Gobierno.
¿Quién tiene razón?.
Antes de dar nuestra opinión, observemos lo que ocurrió en el día ayer (12 de agosto):
- Los tres bancos locales que tienen ADRs en Nueva York, perdieron 0,79% (Francés), 0,39% (Macro) y 2,95% (Galicia), mientras que en la Bolsa local, en pesos, subían respectivamente, 5,99; 4,52 y 1,68%. YPF perdía 2,48% en Nueva York y ganaba 2,45% en la Bolsa local. Sin duda, luego de la determinación de bajar las tasas de interés en un punto porcentual, en las licitaciones de LEBACs y NOBACs de ayer, del Banco Central; la dolarización de los portafolios se ve acelerada, y rápidamente los “dólares timba”, sin intervención oficial, acuden prestos a la misma cotización o a una similar, del Dólar blue.
- Entre el día después (31 de julio) y el día de ayer (12 de agosto), el riesgo país pasó de 649 a 694 puntos. Es decir que subió un 7%. En el mismo lapso, el Dólar contado con liqui subió 13,1% en tanto que el Dólar bolsa lo hizo al 11,8%. Se trata de comprar, entre los mercados en los que es posible hacerlo, un Dólar más barato que el blue y ello incluye la adquisición de papeles que tienen subas diarias espectaculares a nivel local, aun cuando sus mellizos caigan en Nueva York.
¿Y ahora?.
Si uno interpreta la encuesta de Poliarquía, puede pensar que el Gobierno llegó hasta aquí, pero ya pasó por su techo de popularidad en materia de dureza negociadora y, seguramente, empeorará su imagen luego del acto de ayer en el Luna Park, considerando que una de sus principales oradoras fue la Señora Bonafini. Es cierto que es fácil tirar de la cuerda y amenazar a diestra y siniestra, pero también es cierto que eso tiene una “duration” muy reducida, sobre todo cuando no estamos en campaña electoral (y sí estamos en re-flación).
El Gobierno ha desalentado todas las negociaciones para la compra de la quiebra, al sostener que la cláusula RUFO es una espada de Damocles, que pesa sobre funcionarios patriotas y que será imposible resolver el problema haciendo promesas que mejoren la efectuada ante el Juez Griesa, por el Ministro Axel el 30 de julio.
Entretanto, los bonistas italianos obtuvieron jurisdicción CIADI para sus reclamos por MU$S 2.800 y, todos, están esperando que el Juez pierda la paciencia. Pero Thomas hace dos años que espera una propuesta de pago de La Argentina y no enfrenta elecciones ni nada que se le parezca.
¿Por qué Griesa no dictó el desacato?. Uno podría hacer varias hipótesis:
- La más simple parte del supuesto de que finalmente alguien comprará la quiebra y después se las arreglará con el Gobierno Argentino. Para ello, deberían ocurrir pérdidas de valor de los Activos y de valor accionario, lo suficientemente importantes como para justificar la “vaquita”. Dichas pérdidas no se observan y, si se observaran, no tendrían la magnitud suficiente como para urgir una negociación desfavorable o extremadamente riesgosa. Por su parte, Griesa sabe o intuye lo que la encuesta de Poliarquía acaba de poner en evidencia: el máximo rédito político anti-buitre, ya fue. Llamamos a esta Hipótesis “te espero a la salida”
- La alternativa es considerar que, con el desacato, pierden los buitres, los hold-outs que no tienen sentencia firme y se corre el riesgo (no improbable) de que La Argentina redoble la apuesta, con un default generalizado y un nuevo canje en condiciones no solamente más desfavorables para los buitres con sentencia sino también para todos los hold-outs. (Hipótesis de “todos ponen”). La tasa de interés en el mundo es más baja hoy, que en 2005.
En nuestra modesta opinión, lo que está ocurriendo es un “impasse”, donde ambas interpretaciones tienen buena parte de razón: el Gobierno argentino ya no puede tensar más la cuerda, pero el Juez no puede arriesgar su responsabilidad en un cross-default o en una amenaza de quiebra generalizada, cuando el país es relativamente solvente, en términos del juicio que a él le compete (antes, los buitres aflojarían).
Ocurre que el Gobierno del país “sentenciado” estuvo tratando de maximizar el rédito político anti – buitre. Los mercados nunca convalidaron las visiones de catástrofe. Basta recordar que la principal Agencia perjudicada por una situación catastrófica sería nada menos que la ANSES, tenedora de buena parte de los Títulos argentinos y, además, poseedora de capital accionario de empresas locales, que cotizan en la Bolsa de Nueva York.
Hechas estas consideraciones, nos inclinamos a pensar que la cuenta regresiva se acelera muy claramente para el gobierno argentino, que deberá habilitar, a la brevedad, una solución de mercado, no sólo porque las encuestas de opinión así lo confirman, sino también porque ya explotó el máximo rédito político y encara un período de crecientes evidencias de que su error de negociación se le volverá encima, como un boomerang.
Finalmente, los 15 minutos de gloria de Axel, sólo conducirán a su aislamiento en el seno del Gobierno, principalmente porque el apoyo presidencial ya no le servirá para hacer frente a las innumerables consecuencias negativas que esta situación acarrea y para las cuales él, como Ministro de Economía, a) nunca dispuso del más mínimo atisbo de soluciones, y b) sólo contribuyó con sus movimientos imberbes, a la destrucción de la pax cambiaria que fuera sostenida por más de cuatro meses, por la implícita alianza entre el BCRA, la ANSES, CIARA y los bancos locales.
¿A dónde los llevará la intransigencia sin futuro, si la Pax cambiaria está rota?. Si esta virtual alianza económica no vuelve y el default generalizado es inviable, no les quedará más camino que habilitar lo más pronto posible, la solución privada de la compra de la quiebra y después ver a quién sentamos en el caballo de bronce. No hay que olvidarse que, en los caballos de bronce, se sufren intensamente los fríos vientos de agosto, aquí en el lejano Sur.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO

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