martes, 5 de mayo de 2015

El dinero que viene “de la nada” pronto desaparecerá​ por Bill Bonner

ImageEl pozo de la liquidez comienza a secarse y algunos altos funcionarios mundiales se están poniendo nerviosos. Nada es para siempre, y la fiesta de liquidez con la que los mercados se atiborraron comienza a decaer.​
Prepárese para otra importante contracción del crédito a nivel mundial. Actualmente todo el sistema financiero se asemeja a una espiral colosal de deuda. Prácticamente toda actividad económica implica de alguna manera el flujo de crédito, por lo que la única manera de conseguir el “crecimiento económico” es introduciendo aún más deuda en el sistema…
Hace tan sólo unos días el FMI advirtió a los reguladores para que se prepararan ante un “shock de liquidez” mundial. Y, el pasado 24 de abril, las autoridades chinas anunciaron la prohibición de ciertos tipos de financiación para las operaciones con acciones no cotizadas en Bolsa y aprendimos que los preparativos están teniendo lugar detrás del escenario que se vive en Europa por el impago de la deuda helena y una salida de Grecia de la zona euro.
Por encima de todo, acabamos de presenciar el mayor número de rechazados de solicitudes de crédito jamás registrados en Estados Unidos. Todas estas son señales de que las condiciones de acceso al crédito se están endureciendo y, una vez que comienza una “crisis de liquidez”, se puede crear un montón de miedo.
La conclusión es que estamos empezando a ver las primeras fases de una crisis de liquidez.
El flujo de crédito se va a empezar a reducir, y eso significa que la actividad económica mundial va a disminuir la velocidad.
Esto sucedió durante la última crisis financiera, y durante la próxima crisis financiera la escasez de crédito va a ser aún peor.
Sí, se acerca un shock de liquidez pero la Bolsa no lo ve. Los precios siguen estando cerca de los máximos históricos. ¿Por qué?
¿Los altos beneficios? Sí, pero ¿de dónde vienen las ganancias? Las familias hoy en día tienen menos dinero que hace 15 años para gastar. Y las empresas no pueden obtener beneficios simplemente vendiéndose cosas entre ellas.
La única explicación es que los clientes –incluyendo a los gobiernos- continúan pidiendo dinero prestado y gastándolo. Las empresas piden dinero prestado para comprar sus propias acciones. Los consumidores piden dinero para comprar productos. En cualquiera de los dos casos, el dinero viene “de la nada” y cae en los balances como maná caído del cielo.
La pregunta de hoy es: ¿dónde está la nada?
Los hogares estadounidenses parecían acercarse al “pico de deuda” en 2007. Ahora, los sectores empresariales y gubernamentales –por no hablar de los estudiantes y los compradores de automóviles- están alcanzando los niveles máximos de deuda también.
“Todo el mundo –incluido las empresas y el gobierno- tienen un máximo de deuda”, dice el propietario y presidente de Zulauf Asset Management, Felix Zulauf. Una vez que llegan al máximo, dejan de comprar. Entonces, las ventas adicionales se convierten en inventarios adicionales, los empleados se convierten en desempleados y las ganancias se convierten en pérdidas.
Tal vez el ciclo se revertirá pronto. Tal vez no lo hará. Pero las ganancias -que ya están en niveles récord- es poco probable que vayan mucho más alto. Y sin la esperanza de mayores ganancias en el futuro, ¿por qué pagar tanto por un dólar con los ingresos de hoy en día?
Usted también podría explicar los altos precios de las acciones como una característica de las tasas de interés bajas. Es lo que un inversor tiene que hacer pero consiguiendo dividendos y ganancias de capital; de otra manera no obtendrá nada. Pero una vez más, se supone que las acciones miran hacia delante.
Nadie compra una acción esperando volver a recibir lo mismo que pagó por ella. La gente compra acciones con la esperanza de obtener más. Y si los precios han subido es porque las tasas de interés han bajado. ¿Qué pueden hacer ahora con unas tasas de interés en mínimos históricos? ¿cuánto más pueden bajar?
Dejemos esa pregunta para otro día. Creo que se sorprenderá.
Mientras tanto, vamos a mantener nuestros ojos en el mercado de valores. ¿Por qué están las acciones -y los activos- tan altos?
“De la nada” ha proporcionado una gran cantidad de dinero. Nadie lo ganó. Nadie lo guardó. Pero aquí está nuestra predicción: alguien lo echará de menos cuando se haya ido.
Si la oferta de dinero fuera una baraja de cartas, Estados Unidos ha estado barajando ases adicionales durante los últimos 44 años. Entre 1980 y 2008, éstos se mostraron en forma de déficit en cuenta corriente. Compramos más en el extranjero de lo que vendimos, y financiamos la diferencia con crédito.
El dinero terminó en las manos de proveedores extranjeros. Sus bancos centrales tomaron el dinero y gran parte de ello lo enviaron de vuelta a Estados Unidos, donde fue utilizado para comprar acciones y bonos.
La cantidad promedio fue de alrededor de 400 mil millones de dólares por año, desde 1990 a 2008 aproximadamente. Este dinero, según el economista Richard Duncan, fue la fuente de la burbuja del Nasdaq y, después, de la burbuja financiera-inmobiliaria.
Cuando esas burbujas explotaron, las autoridades aparecieron con otra fuente de liquidez: el programa de flexibilización cuantitativa (denominado QE por sus siglas en inglés)
Tome la cuenta corriente, añada el QE, reste el endeudamiento y obtendrá el “Medidor de liquidez” de Richard Duncan. Siga ese indicador y sabrá cómo está el saco de cargado.
En 2013, por ejemplo, la combinación de bajo endeudamiento por parte del Gobierno y la alta inyección de dinero por parte del QE generó niveles récord de liquidez.
¿Y para 2015? No pinta bien. En primer lugar, se supone que el déficit del Gobierno federal de los Estados Unidos debe permanecer por encima de los 500 mil millones de dólares por año hasta 2020. Esto absorberá liquidez, utilizada para pagar a burócratas y otros parásitos. Además, Estados Unidos ha retrocedido desde el QE. Si la Reserva Federal mantiene su postura, habrá algo de liquidez proveniente del QE europeo y japonés, pero será bastante modesta.
La única fuente importante de liquidez vendrá de los citados superávits de la cuenta corriente. Pero el comercio mundial se ha desacelerado, lo que reduce en gran medida los déficits comerciales y los excedentes financieros de Estados Unidos que se suman a la liquidez. El FMI muestra aumento de los flujos en Estados Unidos. Duncan cree que serán planos. De cualquier manera, el resultado neto será liquidez neta negativa para los próximos cinco años.
La mala noticia comienza en el tercer trimestre, dice Duncan. El segundo trimestre siempre trae ingresos fiscales para el Gobierno de Estados Unidos, reduciendo su necesidad de pedir prestado y dejando la liquidez a disposición de los mercados de acciones y bonos. Luego, en el tercer trimestre, la liquidez neta debe ser negativa y el mercado de valores se debe corregir.
¿Qué pasa entonces?
Lo más probable es que la Reserva Federal entre en pánico y anuncie el programa de flexibilización cuantitativa número IV… y otras medidas que no nos atrevemos a predecir.
Saludos, Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - Enviado por mail

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