viernes, 17 de julio de 2015

El que apuesta al dólar gana por Iván Carrino

ImageEn el año 1981 el Ministro de Economía del gobierno militar de Roberto Viola afirmó: “el que apuesta al dólar pierde”. A 34 años, Axel Kicillof repite la misma fórmula. Sin embargo, la realidad dice otra cosa.
Por la Televisión Pública se emite todos los lunes el programa “Economía sin Corbata”. El título, sin sorpresas, está tomado de un libro escrito por el heterodoxo y ahora ex Ministro de Economía de Grecia, Yanis Varoufakis.
Lo característico de la emisión es que en cada uno de los programas hay una sección donde se entrevista a un funcionario del equipo económico del gobierno. En el primer programa el honor lo tuvo el Ministro Kicillof, pero también desfilaron por ahí el Secretario de Comercio Augusto Costa y el viceministro Álvarez Agis entre, otros.
Hasta el momento, no hubo ninguna entrevista a un economista o analista independiente. Crítico, menos.
Esta particularidad refleja que no se trata de un programa de economía, sino de uno más de propaganda política disfrazada, como tantas otras emisiones que se transmiten por la pantalla de la TV Pública y que en 2014 nos costaron a todos los argentinos $ 1.500 millones.
En el último programa, el invitado fue nuevamente Axel Kicillof, quien fue entrevistado por Horacio Verbitsky, uno de los periodistas más respetados por la izquierda nacional. La entrevista fue, en realidad, una extensa charla en la que el ministro no necesitó salirse nunca de su zona de confort. No hubo preguntas acerca de la inflación, el déficit fiscal, la brecha cambiaria o la pobreza.
Sobre el final de la entrevista, sin embargo, se tocó el tema del ahorro en dólares y Kcillof reflexionó:
“¿Cómo se hace para convencer a la gente que pasó el Plan Bonex, el Plan Austral, el Plan Primavera, la devaluación de que no se vaya al dólar en cuanto junta unos pesos? Con continuidad en la política económica, cuando los argentinos terminen de convencerse de que ahorrar en pesos es una opción real y que no te vas a dar el tortazo. Es lo que hemos hecho durante doce años, en los que ganó más plata el que puso un peso en el banco que quien compró un dólar”.
De las palabras del ministro se extrae que en los 12 años de gobierno kirchnerista, el que ahorró en pesos le ganó al que lo hizo en dólares. Sin embargo, esta apreciación es rotundamente falsa.
Supongamos que un inversor decidió hacer un depósito de 100 pesos a plazo fijo en su banco el último día de diciembre de 2003. Si tomamos como referencia las tasas de interés que publica el Banco Central para depósitos a plazo fijo de más de 60 días vemos que los rendimientos anuales fueron de 3,1% en 2004, 4,6% en 2005, 7,0% en 2006, 8,0% en 2007 y así hasta llegar a un rendimiento anual de 23,2% este año. Al final del período, nuestro inversor, si decidió reinvertir su capital todos los años, tendrá $ 373,85, con lo que su patrimonio inicial habrá crecido un 263% al cabo de estos 12 años.
Ahora supongamos que otro inversor, en lugar de constituir un depósito a plazo fijo, decidió comprar dólares el último día hábil de diciembre de 2003. Ese día, recibió a cambio de sus $ 100, USD 33,8 (33 dólares con 80 centavos). De haber mantenido esos billetes hasta hoy, el precio en pesos de esos dólares en el mercado paralelo sería de $ 456,7 (tomando el precio promedio del dólar blue de todo el 2015 hasta julio) con lo que habría obtenido una ganancia en pesos de 358%, muy superior a la de los plazos fijos, como se observa con claridad en el cuadro.

Una vez más, como cuando dijo que el cepo cambiario no existía, o que el mercado necesita de mayor intervención estatal para desarrollarse, el Ministro miente con el objetivo de ocultar el fracaso de sus propias decisiones de política económica.
Es que, en última instancia, más allá de cualquier rendimiento que ofrezcan los plazos fijos, la demanda de moneda depende de que su valor no se pierda en el tiempo. Y en estos años de megainflación acumulada, el billete de $ 100 perdió nada menos que el 88,6% de su valor o poder de compra. El dólar también perdió valor, pero, a diferencia de nuestra moneda nacional, solo lo hizo en un 22%.
Si los gobiernos argentinos, haciendo uso y abuso del monopolio de emisión monetaria que posee el Banco Central, siguen empecinándose en destruir la moneda nacional, no habrá muchas alternativas. En el largo plazo, el que apuesta al dólar gana y seguirá ganando.
Un saludo, Iván
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal-

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