lunes, 3 de agosto de 2015

Le guste o no, debe ser amigo de Kicillof por Federico Tessore

ImageEl ministro tuvo una semana activa. Una semana donde finalmente pudimos estar de acuerdo con una de sus declaraciones. Pero más allá de ello, hoy le cuento por qué usted debe ser amigo de Kicillof y compañía.
Nos guste o no, el ministro de economía Axel Kicillof, con sus declaraciones y acciones, se mete en los bolsillos de cada uno de nosotros. Con sus particulares enfoques sobre cómo funciona la economía de un país, el ministro tiene el poder para quitarle dinero de sus ingresos, reducir la rentabilidad de su negocio, confiscarle su patrimonio, dejarlo sin trabajo o sin bienes. Esto, por supuesto, también implica que el ministro lo puede convertir en millonario…
Si no me cree pregúntele a Rubén Cherñajovsky, titular del grupo empresario Newsan, que creció en forma exponencial gracias a las trabas de la importaciones que nos impiden a los argentinos comprar la última tecnología a precios bajos y nos obliga a comprar los productos electrónicos de Newsan, de baja calidad y precios altos. Sí, le guste o no, en una economía centralizada y regulada como la argentina, el ministro puede ser la clave para su ruina o su fortuna.
Por eso, independientemente si nos cae bien o mal el ministro, no queda otra que escucharlo… de hecho, esta semana lo escuchamos. Y además de intentar dilucidar qué es lo que va a hacer durante los cuatro meses que, teóricamente, le quedan de mandato, nos divertimos mucho. Es que descubrimos que el ministro, por primera vez, dijo algo lógico. Según reproduce el diario La Nación, el ministro dijo lo siguiente el miércoles pasado:
"No hay que creerle todo al Gobierno, no hay que creerle todo al diario. Nadie hace pis con agua bendita". El ministro de Economía, Axel Kicillof, habló del diario Clarín, de que "mienten", del "verso", del "bombardeo" de noticias y de su eventual mandato como diputado nacional, cargo para el que se postula en las próximas elecciones.
Bueno, al fin podemos coincidir con el ministro. Bueno, en realidad no coincidimos 100%, para nosotros no hay que creerle nada…, pero por lo menos pensamos parecido. En realidad, si usted quiere sobrevivir en el mundo de las inversiones globales, no debe creerle nada al gobierno, pero tampoco a los políticos en general. Y si quiere estar aún más seguro, haga siempre, sin excepción, lo contrario de lo que recomiendan los políticos. Ésa es su arma secreta, no sólo para sobrevivir, sino mejor aún, para prosperar. Nunca se equivocará…, asegurado…
Pero como se imaginará, eso no es todo lo que dijo el ministro, vamos con más declaraciones:
El ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, precandidato a diputado nacional del Frente para la Victoria en la ciudad de Buenos Aires, criticó hoy al "club de los devaluadores" y pidió a empresarios, banqueros e industriales que "no hablen de un atraso cambiario porque joden a la gente".
Lamentablemente ya no podemos seguir coincidiendo con él. Con una sola coincidencia por semana nos damos por satisfechos…, ahora Kicillof vuelve a su visión fantasiosa del mundo de la economía.
Según él, los empresarios “joden a la gente” porque dicen que hay atraso cambiario. Esto es lo mismo que decir que las modelos “joden a la gente” cuando dicen que van al gimnasio todos los días porque deprimen a aquellos que no pueden cumplir esa disciplina y están un poco más gorditos. O decir que los jugadores de fútbol “joden a la gente” cuando muestran sus autos último modelo porque la mayoría de los argentinos no los pueden comprar.
Es una soberana estupidez pensar así. ¿Qué le importa al ministro lo que los empresarios piensan sobre el tipo de cambio? ¿Por qué gasta tiempo en hablar sobre puntos de vista sobre cuál tiene que ser el precio del dólar? ¿No tiene algo más importante que hacer…?
Pensar que el precio del dólar se mueve por los deseos u opiniones de un grupo de personas, empresas u organizaciones es tan infantil como pensar en Papá Noel. Porque si un grupo de personas tiene el poder para mover el precio en dólar en base a sus opiniones, le pregunto, ¿por qué otro grupo de personas no tiene el poder similar, pero para bajarlo, por ejemplo?
Si la definición del precio del dólar se basa en una guerra de “opiniones”, para qué existe un ministro de economía. Por qué en vez de pagarle el sueldo a Kicillof no le pagamos el mismo sueldo a un periodista especializado en chimentos, como por ejemplo Jorge Rial, para que nos ayude en esta tarea. Y quedamos todos contentos con un precio del dólar bajo como le gusta a Cristina y sus funcionarios…
Pero el ministro dijo algunas cosas más:
"Tienen que poner su granito de arena", dijo. Entrevistado en el canal de noticias A24, Kicillof admitió que mucha gente no confía en el peso y deslizó una amenaza. "Si sigue nuestra fuerza política, no se va [a ir] todo al bombo", soltó. Y admitió: "No sé cuánto tiempo nos va a llevar convencer a la gente" de ahorrar en pesos.
Don Axel, como le dirían nuestros amigos chilenos, usted nunca va a poder convencer a la gente de ahorrar en pesos. Y menos mientras su gobierno provoque una inflación del 30% o 40% anual, mientras gaste dinero que no tiene, mientras restrinja nuestra libertad, mientras se crea que la economía es una guerra de buenos contra malos, de opiniones, de voluntades.
Así no funciona la economía. La economía tiene reglas simples y de sentido común que rigen los precios y las relaciones entre las personas y los bienes. Por ejemplo, la que rige el precio del dólar se llama oferta y demanda. No es difícil de entender cómo funciona, la oferta es la cantidad de bienes que hay y la demanda es la cantidad de personas que quieren ese bien.
Si la oferta es limitada pero la demanda es ilimitada, el precio del bien crece rápido y mucho hasta tanto la demanda se iguale con la oferta. Porque una persona puede querer comprar un bien a un precio de 10, pero ya no a un precio de 20. Por lo tanto, lo que tienen los libres mercados es justamente orden en ese proceso de equilibro entre la oferta y la demanda.
Si el ministro Kicillof dejase operar el libre mercado en el precio del dólar, no habría problema alguno. El precio se fija todos los días en función a los deseos y necesidades de los argentinos y todos estaríamos contentos sin necesidad de tener que escuchar los discursos del ministro todas las semanas.
Pero como se imaginará, esto a los políticos no les conviene. Ellos quieren ser el centro del universo y tomar decisiones por nosotros. Ellos están en el negocio de sacarle dinero a la gente, la única forma que tienen de hacer eso es controlando la economía, la fuerza y la justicia…
Solo así, se puede entender la particular visión que el ministro tiene sobre la economía y los precios…
Ahora, si usted le parece un tanto extremista mi visión y le cree al ministro, y le parece que la economía y los precios sí se fijan en función a una guerra de opiniones de malos contra buenos, empresarios contra el pueblo, está muy bien, está en todo su derecho de pensar y hacer lo que quiera con su vida y su patrimonio.
Solo asegúrese de ser amigo de Kicillof y compañía, ésa será la única forma en la que podrá progresar y defender su patrimonio. Y aprenda esa habilidad rápidamente, porque cuando Kicillof y sus amigos se vayan del gobierno, tendrá que hacerse amigo del próximo ministro de economía…, y así sucesivamente….
Es cierto, le puede ir muy bien, pero tenga en cuenta que no es un juego apto para tímidos… Federico Tessore
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