lunes, 19 de octubre de 2015

ELIMINAR RETENCIONES PARA DESARROLLAR EL INTERIOR.

Por Arturo Navarro 
Se vuelven a olvidar de las nefastas consecuencias que tiene su aplicación en el sector agropecuario, el interior y para el país en su conjunto al no permitir crecer en producción, como quedo demostrando en la última década que nos llevó a la actual crisis económica. Se paró el sector agropecuario por falta de rentabilidad y se paró todo país.
Siempre fue muy fácil poner en vigencia el impuesto por exportar en años de vacas gordas, pero muy difíciles de eliminarlas, cuando las vacas están flaca como ocurre actualmente.
Solamente el espacio de Cambiemos tiene una propuesta de eliminar definitivamente todos los impuestos por exportación, salvo en el caso de la soja que propone una eliminación gradual de 5 puntos por años. Lamentablemente como consecuencia de la política macro aplicada por este gobierno desde abril del 2014 fecha que se hizo la propuesta, ha quedado totalmente desfasada y es necesario su total eliminación, si no se quiere promover una mayor devaluación para poder recuperar un dólar competitivo para poder exportar.
Todos los otros espacios políticos no eliminan las retenciones. Dejan abierta la puerta que cuando mejora la situación las vuelve a poner. Inclusive UNE duda de eliminar el impuesto al maíz, a pesar de la situación de quiebra de dicho cultivo, según lo expreso Felipe Sola en CARBAP de seguir castigar la siembra del maíz para poder facilitar la producción de pollos y cerdos entre otras producciones.
Pareciera que la Argentina esta predestinados a vivir con este tipo de políticas, clientelistas y demagógicas, con la mayoría de nuestros políticos. Quieren seguir viviendo con lo nuestro, sustituir importaciones y exportaciones, cuidar la mesa de los argentinos o cualquier otra intervención de burócrata estatal que pretende reemplazar a la iniciativa privada. Esta es la única fábrica que no dejó de funcionar en la Argentina desde hace 70 años y responsable del actual atraso crónico del país, con desempleo, marginación y empobrecimiento que genero los actuales 12 millones de pobres e indigentes a pesar de ser la última década la de mayor ingresos fiscales y dólares por exportación que se tenga memoria.
La propuesta de mantener las retenciones de la mayoría de los políticos en la actual campaña electoral, repite los mismos errores y limita la capacidad del sector privado para hacer las inversiones necesarias en los procesos de transformación de la materia prima en su lugar de producción. A mayor distancia, hay que transportar menor peso y bienes de mayor valor para atomizar el costo de flete. No hay otros paliativos para las distancias que la transformación de la materia primar en alimentos y bienes terminados de su lugar de producción para que el costo relativo del flete sea menor. Los políticos y dirigentes no tienen claro la idea de un desarrollo integrado con todos los sectores en cluster regionales.
¿De qué le puede servir a un productor alejado del puerto que le reconozcan las retenciones a cuenta de ganancias si en su explotación trabaja a perdida? ¿Cuándo las va a poder recuperar y quién va a financiarle su desarrollo? ¿Sinceramente alguien puede proponer un sistema para la segmentación de las retenciones dependiendo del tamaño de productor y zona de producción? ¿Se dan cuenta los dirigentes que proponen la segmentación para pequeños productores que con esas políticas están apoyando la existencia de esta confiscación a los otros productores? ¿Estamos dispuestos a que por falta de rentabilidad los productores se endeuden nuevamente en los Bancos y repetir el mismo escenario que provocó la convertibilidad?
Como primera medida para cambiar el país necesitamos recuperar las instituciones que aseguren el funcionamiento pleno del federalismo y la independencia de los poderes. La reforma constitucional del 94 determinó un distrito electoral único y eliminó el colegio electoral. Se potenció el poder de los grandes distritos en desmedro de todo el interior. Hoy estamos viviendo las consecuencias de dicha reforma en una elección presidencial centrada en la provincia de Buenos Aires
Necesitamos tener una verdadera burocracia nacional con un proyecto estratégico para el desarrollo y crecimiento planificado del país, que nos integre al mundo definitivamente en forma permanente y que trascienda los cambios de gobierno Hay que terminar con los individualismos, la confrontación entre sectores y las propuestas cortoplacistas para quedar bien con los funcionarios. No puede ser que a cada cambio de gobierno, cambie todas las políticas. El país necesita una renovación de la dirigencia con ideas modernas y con capacidad, por lo menos, de copiar cómo funciona el mundo desarrollado.
Necesita una conducción que piense primero en los intereses generales del país: hay que terminar con la actitud de ser dirigentes oficialistas con todos los gobiernos. La responsabilidad de lo que pasó en el país no es solamente de la conducción política.
Los dirigentes del sector agropecuario tenemos que hacer una propuesta respalda por ley, para unirnos en un trabajo gremial por mayoría para sentarnos a la mesa grande de las decisiones del país. El Complejo Agroindustrial es la industria más importante del país por su capacidad de dar trabajo, por su producto bruto interno, por el volumen de nuestras exportaciones, por la importancia de los impuestos pagados, pero principalmente, porque está radicada en cada pueblo del interior, un hecho geopolítico que no se repite en ningún otro sector para dar inclusión a la gente.
Los impuestos por exportar tienen que ser eliminadas definitivamente, si queremos volver al federalismo fiscal para aspirar ser un país desarrollado en unos años. Necesitamos discutir y concretar una profunda reforma impositiva, que grave proporcionalmente a lo que se gana, a lo que se gasta y a lo que se tiene, para poder eliminar todos los impuestos distorsivos y todos los sistemas ilusorios que existe por ley que perjudican a las Pymes
La sociedad en su conjunto, pero especialmente los gobernantes y legisladores deben convencerse de que el desarrollo del interior del país está principalmente en el Complejo Agroindustrial. Esta es la mejor política para empezar a solucionar la situación de las villas miseria, porque desarrollando las economías regionales se detendría la emigración del interior.
Para ello es necesario contar primero con una moderna autopista informática. La única forma de acortar las distancias e igualar a sus habitantes es mediante la educación. Los pueblos más alejados son los que tienen los peores servicios, por lo cual la importancia de dicha autopista informática para llegar con la educación a maestros y alumnos.
La situación que se está viviendo en el conurbano bonaerense no admite más parches y demanda soluciones de fondo. Una propuesta para solucionar los problemas de la provincia de Buenos Aires debe ser una propuesta para el desarrollo integral del país, única forma de detener la emigración del interior y poder empezar a urbanizar las villas miserias por el estado, antes que terminen copados definitivamente por los carteles de la droga.
ENVIADO POR SU AUTOR - http://www.arturonavarro.com.ar/

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