jueves, 4 de febrero de 2016

¿De que planeta sos?

Por Ricardo Bustos
Mire mi amigo colega lector, la verdad es que de ciencia entiendo poco y nada, pero resulta que ahora nos enteramos que no sabemos en cuál de los dos planetas nacimos porque según un estudio reciente, la Tierra no es uno, sino dos planetas unidos por un gran cataclismo del que además se formó la luna. Los investigadores de la Universidad de California desmienten la teoría de que la Luna se formó a partir de una parte del protoplaneta Tea.(?) Un equipo de científicos dirigido por Edward Young, ha afirmado que la teoría del gran impacto para explicar el origen de la Luna es absolutamente falsa. Hasta ahora se creía que un planeta más pequeño, Tea, 'rasguñó' la Tierra y tras el impacto fue lanzado a la órbita de esta para dar origen a la Luna. El estudio dirigido por el profesor Young afirma que Tea se estrelló contra la Tierra con tanta fuerza que los planetas se fundieron y entonces un pequeño trozo se desprendió de esa colisión para formar la Luna. La colisión tuvo lugar aproximadamente 100 millones de años después de la formación inicial de la Tierra, lo que significa que ocurrió hace más de 4.500 millones de años.
Bueno, como prólogo de la reflexión está mas o menos claro, pero si pensamos que uno de los problemas existenciales mas grandes del hombre es precisamente no conocer el origen del planeta y mucho menos aún el nuestro, imaginemos ahora que nos estamos enterando que no provenimos de un planeta sino de dos, como quedamos psicológicamente.
Cuando vemos tanta violencia, muerte, exclusión, sometimiento y dolor, bien podemos adjudicarle la culpa a alguno de estos dos planetas que forman la tierra y allí como saltando el charco, poder ubicarnos de uno u otro lado de la frontera. Pero ocurre que nosotros no siempre somos corderitos y tampoco demonios, por lo tanto si nuestros genes tienen raíces en uno de los dos planetas, la mezcla hoy ya desorienta a todos y no sabemos si el mal absorbió al bien o viceversa.
Algo raro debe existir en la atmósfera que nos provoca cambios bruscos en el carácter o la salud y no se le da importancia. Somos especialistas en tomar todo en broma, pero mucho mas allá de la religión, seguramente hay espacios en el tiempo que jamás nuestra mente llegará a decodificar por la inmensidad que nos rodea y de la que somos parte.
El doctor José Hoffmann, biólogo, que estudia fenómenos climáticos que afectan a las personas, describe en su libro "Del Tiempo y la Salud", el síndrome demeteorosensibilidad. Señala que éste provoca las variaciones de la sensación de bienestar, irritabilidad y depresión, de acuerdo a las determinadas fases del tiempo. Es decir, si hay humedad, día seco o soleado, días fríos o calurosos, no sólo las personas enfermas se sienten afectadas, las hay sanas que experimentan las mismas reacciones en su organismo, sin tener una explicación aparente. Cuando un organismo es demasiado sensible no puede superar las manifestaciones del tiempo. Los investigadores han reconocido que, en los días de mucha humedad y lluviosos, las personas, en general, se sienten deprimidas o melancólicas.
Recuerdan determinadas situaciones del pasado y hacen como una retrospección de su vida. Esto, curiosamente no ocurre en los días soleados y secos, donde los individuos se sienten extrovertidos, con más energía y estimulados para realizar cualquier tarea. Por razones hormonales, la mujer es más sensitiva a los cambios climáticos. La Luna tiene mucha influencia sobre mareas y el cuerpo está constituido en un 70 por ciento por agua. Con la Luna en la fase nueva, la mujer se encuentra más exaltada, si cambia, se halla introvertida. Tampoco podemos culpar de los cambios de humor siempre a la Luna.
Lo extraño de estos sucesos, es que no tienen continuidad y aparecen en distintos momentos de nuestra vida. Hoy nos preocupan, "El Niño", las inundaciones y sus consecuencias con las pestes que vuelven a aparecer, el Dengue, Zyka, Chikungunya y veo que no estamos preparados física o mentalmente para enfrentar tantos desafíos. El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud,a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura.
En la mayoría de los casos, no tiene el planeta las necesidades satisfechas en los ítems mencionados y las consecuencias ya las conocemos.
"Si alguien está en desacuerdo contigo, déjalo vivir. No encontrarás a nadie parecido en cien mil millones de galaxias". Carl Sagan (1934-1996. Astrónomo estadounidense.)

Ricardo Bustos - Locutor Nacional - Comunicador - Misiones
Enviado por su autor

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