lunes, 25 de abril de 2016

La carrera por el oro ha comenzado

¿Qué tiene que ver la vida de tu bisabuelo y tus inversiones?
Aunque no lo crea, mucho. La historia que tengo para contarte tiene sus orígenes en los años de comienzo de la Primer Guerra Mundial. Sin duda se trata de un acontecimiento tristemente recordado, pero es vital para entender lo que pasa con el oro en la actualidad.
Todo comienza en 1914, cuando el Reino Unido ingresó a la Primera Guerra Mundial y el Banco de Inglaterra quiso suspender la convertibilidad de sus billetes en oro. El reconocido economista británico John Maynard Keynes, advirtió al Banco que no lo hiciera ya que el oro era escaso y limitado en contraposición al dinero.
Los expertos como Keynes, decían que si el Reino Unido mantenía su actual política monetaria y no eliminaba el oro como referencia, podría así financiar la guerra de una manera más eficiente que si optaba por lo opuesto.
The House of Morgan, entidad financiera que posteriormente se llamaría JP Morgan, ofreció jugosos préstamos al Reino Unido, dejando a Alemania, la otra cara de la guerra, con las manos vacías. Este financiamiento fue crucial para el Reino Unido ya que lo sostuvo a flote durante los años que duró la confrontación bélica, hasta el mismísimo instante en el cuál Estados Unidos abandonó su neutralidad e ingresó del lado británico en detrimento de los bárbaros.
A pesar de que Inglaterra mantuvo la convertibilidad de la Libra al oro, el Banco de Inglaterra desalentaba esta operatoria.
Las monedas de oro fueron sacadas de circulación y convertidas en barras de oro, limitando así el acceso al metal precioso a la elite mundial quien lo mantenía bien resguardado en bóvedas. Algo similar ocurrió en los Estados Unidos.
Años más tarde, en 1933, el presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt, decretó que la posesión de oro era un crimen y en 1971, el también presidente Richard Nixon, ordenó que ningún socio comercial de su país podía cambiar dólares por el metal precioso. Nixon, sin embargo, anunció que esta restricción era temporaria. Pese a sus palabras, 45 años más tarde, la ventana aún permanece cerrada.
En 1973, las naciones que formaban el G7 y el Fondo Monetario Internacional (FMI), decidieron romper la paridad que había entre sus monedas y el oro. Esta decisión no solo eliminó los requisitos que obligaban a todos los países que formaban parte del FMI, mantener el metal precioso en las reservas de sus respectivos bancos centrales, sino que también catalogó al oro como un commodity cualquiera. Es decir, para las elites mundiales, el oro estaba muerto.
Sin embargo, el tan codiciado metal, nunca se despidió del centro de atención y, hasta el día de hoy, las naciones mantienen un gran stock del mismo en sus respectivas arcas. Estados Unidos, por ejemplo, tiene 8.133 toneladas de oro, los países de la Unión Europea 10.788, China dice tener 1.788 (aunque ese número en realidad se acerca más a 4.000 toneladas), Rusia 1.447 toneladas y ha estado adquiriendo 200 toneladas de oro por año. Finalmente, México, Kasajistán y Vietnam entre otras naciones, han estado incrementando sus reservas de oro recientemente mientras el Reino Unido, vendió la mitad de su stock entre 1999 y 2002.
Es decir, después de décadas demonizando el oro, los bancos centrales se han convertido en compradores. La carrera por el oro, ha comenzado.
¿Pero qué es lo que hace del oro un metal tan atractivo?
En muchos casos, los bancos centrales utilizan el oro como resguardo de situaciones inflacionarias utilizando el dólar como moneda de referencia. China tiene US$ 3,2 billones de reservas y la mitad de estas están denominadas en la moneda norteamericana, principalmente en bonos del tesoro americano. No existe mejor amigo del dólar que China. Sin embargo, las probabilidades de un período inflacionario en los Estados Unidos se incrementan y China no puede desprenderse de estos bonos ya que, de hacerlo, colapsaría la moneda norteamericana y obligaría al presidente de los Estados Unidos a tomar medidas recíprocas, como, por ejemplo, congelar todas las cuentas chinas en los EE.UU.
Los chinos saben que esto es posible y, por el momento, se guardarán sus dólares. Pero mantienen su legítima preocupación que los Estados Unidos manipulará su moneda para reducir los US$ 19 billones de deuda pública que tiene.
Por este motivo, la solución china fue comprar oro ya que, si EE.UU. ingresa en un período inflacionario, sus tenencias de bonos del tesoro se devaluarán considerablemente pero el precio del oro en dólares se apreciará considerablemente. He aquí el resguardo chino ante situaciones inflacionarias y el atractivo que resulta el oro para este país asiático.
Para otros países como Rusia, el oro es un arma financiera para batallas geopolíticas del siglo 21. Estados Unidos controla todos los sistemas a nivel mundial de pagos en su propia moneda y, con ayuda de sus aliados europeos, podría expulsar a cualquier nación de este sistema de pagos llamado Swift. El oro es inmune ante cualquier ataque geopolítico de esta envergadura y las tenencias físicas de este material no pueden ser congeladas, hackeadas o borradas “por accidente”. El transporte del oro como método de pago es, para Rusia, una herramienta indispensable para defenderse ante cualquier ataque geopolítico como el anteriormente mencionado.
Existe un grupo de países que están comprando oro en anticipación del colapso del sistema monetario internacional, que ha colapsado tres veces en los últimos 100 años. Cada vez que el sistema monetario colapsó, las principales economías mundiales cambiaron las reglas de juego. Esto ocurrió por primera vez en Génova en 1922, en Breton Woods en 1944 y en Smithsonian en 1971. Es decir, el sistema monetario internacional tiene un promedio de vida de 30 años.
Ya han transcurrido 30 años de los Acuerdos del Louvre (continuación de la reunión de Smithsonian) y, aunque no hay garantías que el sistema monetario colapse mañana, no sería ninguna sorpresa que esto ocurriera. Cuando comience el próximo colapso, no habrá interés entre las principales naciones en utilizar el dólar como moneda de referencia.
El yuan chino y el rublo ruso no son consideradas como monedas de reserva y actualmente las únicas dos referencias monetarias a nivel mundial que no sea el dólar, son los llamados “derechos especiales de giro” del FMI y el oro.
Los críticos aseguran que no hay suficiente oro para mantener todo el sistema monetario internacional y esto no es así. Siempre hay suficiente oro; es tan solo una cuestión de precio. Si tomamos la oferta de dinero (M1) en China, en la Eurozona, en los Estados Unidos y usamos un 40% de resguardo en oro, el precio implícito del oro sería US$ 10.000 por onza. A este precio cualquier sistema monetario puede ser sostenido sin problema alguno.
Cuando hablamos de las elites mundiales, miren lo que hacen, no lo que dicen. Mientras demonizan el oro públicamente, lo compran cada oportunidad que tienen, lo guardan ente sábanas de seda y lo tienen listo para cuando la próxima crisis internacional, lo puedan utilizar para comprar un lugar en la mesa que determine el nuevo sistema monetario internacional.
Sigo atentamente cada movimiento de las autoridades monetarias globales en mi newsletterInteligencia Estratégica donde intento detectar cómo aprovechar estas movidas silenciosas en beneficio de los ahorros de los suscriptores. El oro es mi obsesión en estos momentos. También debería ser la tuya.
Un cordial saludo, Jim Rickards
FUENTE: Publicado e Inversor Global - enviado por mail

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