martes, 3 de mayo de 2016

¡Que difícil es explicar lo obvio! Por Ing.Agr. Daniel C. Besso

foto del perfil de Daniel Carlos Besso¿Será acaso que siempre hay que racionalizar y encontrar otras explicaciones para un mismo fenómeno?
O será que consideramos que no puede ser verdad aquello que no nos agrada?
Talvez el “SI, SI, SI,…..PERO NO”, pone en claro la característica de infantilismo e inmadurez de toda una sociedad.
No nos negamos a los dulces y los caramelos, pero ahora que estamos llenos de caries, le echamos la culpa al dentista, que nos somete a su intervención. (Aunque nos trate con dulzura y gentileza, lo más seguro es que nos deba inyectar con xilocaina).
Todos, tomados en conjunto, no somos capaces de ser confrontativos hasta las últimas consecuencias, y mientras la cosa siga corriendo con algún beneficio hacia nuestro lado, no somos capaces de “presentar batalla”, por miedo a perder ese cachito que aún conservamos. De ese modo, de un modo cobarde, vamos cediendo metro a metro nuestro territorio.
Cuando El Moro, debió abandonar Andalucía, mirando desde la costa africana, hacia la costa ibérica, le corrían las lágrimas por su rostro, por haber perdido ese territorio, que sus ancestros habían conquistado y mantenido.
Su madre le espetó: NO LLORES COMO MUJER, LO QUE NO SUPISTE DEFENDER COMO HOMBRE.
Al sector agropecuario, pasando por arriba los derechos y garantías constitucionales, le conculcaron sus derechos a la propiedad, a la libre disponibilidad de sus bienes, a la garantía del trabajo y de ejercer industria lícita; lo sometieron a impuestos confiscatorios.
No se atrevieron a encarar una reforma agraria y a un desalojo de sus dueños legítimos, pues en su REGRESIÓN PARASITARIA, como todo parásito, eran incapaces de vivir en forma autónoma.
Parasitaron al sector y no se quedaron con la tierra y los medios de producción, pues en su EJÉRCITO DE MILITANTES, NO HABÍA NADIE CON CAPACIDAD, INTELIGENCIA Y GANAS DE TRABAJAR. Era un ejército de INÚTILES.
Nuestro sector, no tuvo el contenido de TESTOSTERONA en sangre, para “CORTARLE LOS VÍVERES” al parásito.
Instalaron en el imaginario popular, que el sector agropecuario, “eran los que armaban los piquetes de la abundancia”.
Tan es así, que muchísimos ciudadanos creen, que haber liberado de las retenciones a casi toda la agricultura y la ganadería, es “HABER BENEFICIADO AL SECTOR” más allá de lo que correspondía a una igualdad ante la ley.
No se comprende que los productores también pagan impuestos a las ganancias, ingresos brutos, tasas municipales, impuestos territoriales, etc. Que para peor no pueden compensar sus posiciones de Impuesto al Valor Agregado, pues solo pueden cobrar el 10.5 % y deben pagar el 21 % en sus compras, cuando no percepciones extras aún.
De algún modo se ha hecho carne la creencia de que ciertas cosas caen del cielo. Una especie de “REALISMO MÁGICO”.
Pero esta creencia “mágica”, no solo es privativa de un sector social, o sector político.
Creer que se puede sostener un millón y medio de empleados públicos que están demás, en toda la administración pública (Nacional, Provincial, Municipal, organismos descentralizados), es realmente infantil.
No solo son una terrible carga para el sector productivo, sino que a su vez, para justificar su existencia, generan trabas, regulaciones, etc. como digo reiterada e insistentemente.
Si en un camión traspasamos carga en bolsas de un costado hacia el otro, el desequilibrio es doble, deja de estar de un lado para duplicar el peso del otro.
El dinero, en si mismo y en las manos del público, es “UN CERTIFICADO DE DERECHO A CONSUMIR”. Si le otorgamos livianamente, “derecho a consumir” a aquellos que NO PRODUCEN NADA, es como pasar las bolsas de un lado al otro de la caja del camión.
¿Es tan difícil de comprender que si “LAS HORMIGAS TIENEN QUE COMPARTIR LO PRODUCIDO CON LAS CIGARRAS”, pese a haberse esforzado, a haberse roto el lomo, su ración va a ser menor?
La productividad de las hormigas es buena,….muy buena, solo que al hacer el promedio de producción sumando hormigas, cigarras, grillos y mariposas, la cuenta da un número muy pequeño.
Como habrán visto en la tele, escuchado en la radio y leído en los periódicos, una empresa de “remises” por vía Internet, pretendió instalarse en la ciudad de Buenos Aires. Los taxistas pusieron el grito en el cielo, no sin razón. Pero sucede que la diferencia de precios es astronómica. ¿No sería tiempo de revisar los costos?
El realismo mágico, también se filtra en la creencia, que los siniestros de tránsito o los robos de automotores son asimilados por un HADA MÁGICA, llamada compañía de seguros. Esa compañía de seguros, trabaja para ganar dinero, el costo de la cobertura sale de la cuota.
Así también el canon o licencia municipal (permiso para trabajar, que el comendador o señor feudal otorga graciosamente, en nombre del REY), cuesta plata, que se carga a la tarifa.
En el orden laboral, el costo de las A.R.T. se ve inflado por la litigiosidad a la que se ven sometidas.
Vale decir, de algún modo, TODOS PAGAMOS EL COSTO DE LOS CARANCHOS, METIDOS EN EL PRECIO DE CASI TODOS LOS BIENES. Y es mentira que lo paga la A.R.T., lo pagamos todos. (Parasitismo privado, talvez público en tanto y cuanto, la justicia convalida esa situación)
Les cuento otro ejemplo: En un pueblo del centro este de la provincia de Buenos Aires, donde vive un amigo del alma, un pequeño tambero mantiene su familia, ordeñando 10 o 12 vacas. Sus clientes le entregan los envases lavados (botellas de gaseosas bien lavadas) y el se los lleva, casa por casa, llenos de leche cruda, natural. Cobra la leche a precio de hoy (30/4/16), 6 pesos el litro.
En los comercios de la zona, la leche en sachets se vende a 16 pesos el litro. Y no la llevan a la casa del cliente.
Lo que es necesario desentrañar con urgencia es ¿Qué ocurre para que del vasco al almacén haya 10 pesos más?
Tengo la sospecha bastante fundada, que el costo impositivo, regulatorio, digamos “PARASITARIO”, va a parar a nuestras “CIGARRAS”, Y ESTÁ CONTENIDO EN ESOS 10 PESOS.
¿Cual es la parte que no se entiende que hay demasiadas CIGARRAS Y POCAS HORMIGAS?
Entre quienes reclaman con una justa razón, de que en virtud de su trabajo, “les correspondería raciones más suculentas”, cabe recordarles, que dieron su consentimiento, para incorporar a “LA REPARTIJA”, UN EJÉRCITO DE CIGARRAS.
AHORA HERMANO, TE LLEGARON LOS PARIENTES, SE TE INSTALARON EN CASA Y HAY QUE DARLES DE COMER. O los expulsas de modo poco elegante o los ponés a trabajar para que te ayuden “A PARAR LA OLLA”.
Resulta por demás sospechoso, que ante estas eventualidades extremas, organismos públicos pretendan ceñirse a normativas, del todo anticonstitucionales y arbitrarias.
No se nos escapa que el costo de cumplir esas normativas, forman parte de esos 10 pesos por arriba del precio del Vasco Mendieta.
Como verán, las creencias en lo “mágico”, no es privativa de un solo sector. No se pueden ignorar ni esconder debajo de la alfombra, el 66 porciento de engorde de un precio
¿A cuánto debiera venderse la leche del Vasco en un comercio?
¿Cuánto sería lo razonable de incrementar ese precio?
¿Porqué no pueden subsistir y convivir los distintos sistemas de comercialización?
¿A quién o quienes no le conviene?
Casi en forma automática, nos asalta la pregunta: ¿Cuánto de la riqueza concreta, generada por los productores (las hormiguitas), debe capturar el estado, en sus distintas versiones y niveles?
Recordamos que en el medio evo, al impuesto se lo denominaba “DIEZMO” pues era el 10 % de la cosecha, y hasta hoy se acepta la palabra “DIEZMAR” como acción de despojar de lo suyo a una o muchas personas, grupo o comunidad.
Cuando sobrevienen crisis de “REALIDAD”, como la que nos toca vivir hoy, se nos amontonan los problemas a resolver, todos a la vez.
Los creadores de riqueza están descapitalizados.
No confían en endeudarse pues con estos intereses sería suicida. Como decía un dirigente de la Federación Agraria: cuando uno se quemó con zapallo, sopla hasta la sandía.
Endeudarse para luego acudir a pagar tasas e impuestos, es otro acto suicida, pues sería una forma de financiar a cuenta y riesgo de las “hormiguitas” la fiesta de invitar “TANTA CIGARRA” a la fiesta.
Pero nos corren con “la culpa de dejar abandonadas a estas pobres CIGARRITAS, al rigor e inclemencia de la intemperie”. ……. ¡No podés ser tan mal nacido!
…..Ponele,…..pero por lo menos que sean menos pretenciosas.
Como dice mi amigo del alma: En un esquema de economía primitiva de trueque, nosotros tenemos bienes y servicios indispensables, para trocar,….LAS CIGARRAS NO TIENEN NADA. Podrán decir: Yo te alegro la vida tocando la guitarrita. …..PIBE, ESTAMOS LLENOS DE GUITARREROS, NECESITAMOS GENTE PARA CARPIR, NO NECESITAMOS GUITARREROS, HAY DEMASIADOS.
Mientras semejante “ejercito de guitarreros, deja la guitarra y agarra la azada” por decirlo de un modo elemental y bucólico, si se quiere; vendrán tiempos duros, en especial para los guitarreros.
A nadie se le escapa que la azada, saca cayos y dolor de cintura.
Pero que esa reconversión es indispensable y cuanto más rápido ocurra, será mejor para todos. ES DECIR QUE LAS CIGARRAS SE RECONVIERTAN EN HORMIGAS.
Corresponde concluir que es absolutamente imprescindible, establecer con claridad CUAL ES EL PORCENTAJE TOTAL DE IMPUESTOS QUE: EL PRODUCTOR, EL INDUSTRIAL, EL TRABAJADOR AUTÓNOMO, EL TRABAJADOR EN RELACIÓN DE DEPENDENCIA, DEBE PAGAR, en todo concepto, Nacional Provincial, Municipal y Organismos descentralizados. Incluyendo tasas, gabelas, etc.
CUANTO ES DEL CIUDADANO Y CUANTO DEL ESTADO.
Rehuir esta discusión, no hará más que dilatar la solución en el tiempo, siendo que entretanto es una falacia “QUE NO PASA NADA”…..Demasiada gente permanece en la creencia del realismo mágico y muchos avivados, HACEN QUE CREEN.
Cuantas más “hormiguitas” desaparezcan, menos riqueza se creará y habrá menos para repartir. Muchachos,….métanselo en la cabeza.
Ing.Agr. Daniel C. Besso- M.Nro. 5.162
ENVIADO POR SU AUTOR

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