jueves, 16 de junio de 2016

La mentalidad de un buen trader por Sebastián Maril

Así que querés ganar dinero haciendo trading. Está bien, pero antes de invertir un solo peso en una acción, hay algo que debés entender. El mercado bursátil no se preocupa por vos ni por qué tipo de diploma académico tenés. No le importa cuántos años de experiencia bursátil tengas o qué tipo de sofisticadas técnicas para operar utilizás.
Si querés triunfar haciendo trading, primero debés desarrollar la mentalidad de un trader. Tenés que olvidarte de tus presentimientos, ideas y emociones. Si comenzás a hacer trading con la mentalidad de un trader, inmediatamente reducirás tus pérdidas a la mitad, e incrementarás tu rendimiento mucho más de lo que jamás te lo hubieses imaginado.
Lo único que necesitás es aprender estas tres reglas irrompibles del trading. Seguí meticulosamente estas reglas y rápidamente estarás en condiciones para tener éxito. No importa si operás cada día o dos veces por mes. Siempre tené presente estas reglas y el mercado te recompensará.
1. El precio reina
Los movimientos en las cotizaciones de una acción te enseñan todo lo que debés saber sobre los mercados. Siempre tenés que obedecer las señales que te envía el mercado, aun cuando estas son contrarias al sentido común o a tu análisis.
Nueve de cada diez veces, la necesidad de probar que no te equivocaste, terminará costándote mucho dinero. El movimiento histórico de una acción es tu juez, tu juzgado y, si desobedecés las reglas, tu ejecutor.
Si el mercado te está diciendo que tu análisis es incorrecto, vendé tu inversión y comenzá con la siguiente. Acordate que es mejor admitir que estás equivocado y perder un poco de dinero, que insistir con una técnica incorrecta y perder mucho dinero.
Como te dije, al mercado no le importa qué pensás. Solo está interesado por saber cuánto pagás por una acción, por cuánto la vendés. Nunca te olvides de esto.
2. No te entusiasmes con acciones populares
Dejá las emociones en la puerta. Siempre. Muchas veces, una acción que forme parte de tu cartera, seguramente tendrá un muy buen día a raíz de un anuncio sobre sus utilidades u otro evento que afecte positivamente su cotización.
Pero no hagas caso a este salto en la cotización. No debés subirte al tren cuando su cotización sube mucho y muy rápido. Ni te imaginás la cantidad de problemas que trae una acción que salta repentinamente y se aleja de sus promedios operados.
Tenés que ser selectivo, paciente y, sobretodo, disciplinado. Si una acción ha subido exponencialmente en poco tiempo, esto es lo que debés hacer: ponela en tu lista de acciones a seguir y comprala cuando baje y encuentre un precio estable.
3. No dejes que una operación se transforme en una inversión
Esta es otra regla poco utilizada pero muy exitosa si se aplica. Nunca compres una acción sin antes haber definido tu meta para cada acción.
Dividí las acciones que estás siguiendo en dos grupos: aquellas que mantendrás por un corto plazo y aquellas que mantendrás durante un tiempo prolongado. Una acción que mantendrás durante poco tiempo, no debe formar parte de tu cartera por más de un mes. Por lo contrario, aquellas acciones que deseás tenerlas en tu cartera aun cuando el mercado bursátil pase por períodos muy delicados.
Si tenés definido cuáles son tus metas, habrás evitado convertir una acción de corto plazo en una acción que deseás mantenerla en el largo plazo.
Esta es la frase que debés memorizar: “Nunca dejes que una inversión a corto plazo se convierta en un desastre a largo plazo. Si no funcionó, asumí tus pérdidas y salí de la acción”. Como dijo el legendario trader Jesse Livermore, “asumí tus pérdidas rápido sin dudar. No pierdas tiempo. Cuando una acción perfora el stop loss, vendela inmediatamente”.
Un saludo, Sebastián.
Desde inversor Global

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