jueves, 2 de junio de 2016

Sacá provecho de la revolución del siglo XXI

El viernes a la tarde me invitaron a un programa de radio para hablar de economía, mercados bursátiles e inversiones. Fui con Nery Persichini, nuestro editor de Revancha Argentina. El estudio no era lejos de nuestras oficinas de Palermo, pero sí quedaba trasmano.
No estaba con el auto, y ni el subte ni los colectivos cercanos nos dejaban cerca de dónde teníamos que dirigirnos. Decidimos junto a Nery hacer nuestra primera experiencia en Uber. Y la verdad es que no nos defraudó en absoluto.
Desde mi aplicación del teléfono móvil solicité un auto que en menos de cinco minutos nos recogió. Se trató de un vehículo Citröen de última generación y el costo del viaje fue sustancialmente menor del que hubiera salido por medio de un taxi.

Mi primer viaje en Uber en Buenos Aires
El desembarco de Uber en Argentina no fue muy diferente al del resto de sus experiencias a nivel global. Conflictividad elevada contra los taxistas que tenía como contraste un mayor confort y precio para el usuario.
Por el momento no se sabe cuál será el destino de la empresa en Buenos Aires. Algunos piden regulaciones y otros la inhabilitación total para operar. Mientras tanto, el Gobierno intenta equilibrar la postura entre los que levantan la voz de queja y los que ven como conveniente al servicio por las bondades comentadas anteriormente.
Lo cierto, es que Uber forma parte de un proceso continuo de disrupción tecnológica que viene a modificar la estructura económica y de distribución de muchos servicios que hasta ahora se ofrecían por canales tradicionales.
En diciembre de 2015, Uber llevó adelante una ronda de fondeo por US$ 2.100 millones. Las ofertas recibidas permitieron determinar un valor de mercado aproximado para la firma de US$ 68 mil millones. Sí, leíste bien. A ese valor Uber sería más grande que Ford, General Motors y Honda.
¡Estamos hablando de una empresa que no existía hace cinco años atrás!

Pero no es la única empresa disruptiva que ha generado una penetración tan fuerte en la sociedad global y, por ende, ha recibido una valoración correspondiente.
Hay una gran cantidad de firmas que ya forman parte de nuestras vidas que ni siquiera existían antes de 2004. Tomemos algunos ejemplos:
Facebook (US$ 341 mil millones)
Twitter (US$ 11 mil millones)
Snapchat (US$ 18 mil millones)
FitBit (US$ 3 mil millones)
Y otras grandes empresas que, aunque todavía no han salido a Bolsa, tienen un potencial grandísimo desde el punto de vista del inversor:
Spotify
Airbnb
Dropbox
Sin dudas que todas las mencionadas compañías han generado cambios sociales importantes y han alterado nuestros comportamientos diarios. Pero desde el punto de vista del inversor, ¿cómo podemos beneficiarnos?
Una de las principales trabas que encontramos al respecto es que como inversores minoristas muchas veces encontramos ciertas restricciones para poder participar de las Ofertas Públicas Iniciales (OPI) en Bolsa de estas firmas.
Te recuerdo que este proceso de OPI tiene que ver cuando una firma decide salir a vender al mercado acciones preexistentes o nuevas acciones a los inversores. A partir de ese momento en que sale a cotizar a Bolsa, la firma en cuestión se vuelve “pública”.
La segunda traba importante es que nuestro capital es limitado y, por ende, no podemos participar en todos los procesos de OPI que se dan en Wall Street aun cuando pudiéramos tener acceso a estos procesos.
Una de las maneras para solucionar ambos conflictos es el ETF FPX First Trust US IPO ETF. Se trata de un activo financiero que intenta replicar el IPOX®-100 U.S. Index. Dicho índice es uno conformado por las 100 empresas de mayor capitalización bursátil que han salido a Bolsa recientemente.
El índice tiene como lineamientos no invertir más de un 10% de la cartera en un solo activo, incorporar a las nuevas empresas que salen a cotizar después del sexto día hábil del inicio de la negociación (de manera de bajar la efervescencia de los primeros días) y no mantener por más de 1000 días las acciones en cuestión.
Hoy la cartera del FPX tiene como mayor exponente a Facebook (10%) seguida por Kraft Heinz (8,96%), Abbvie (8,85%) y PayPal (4,08%).
En los últimos cinco años, el ETF en cuestión rindió un 110% contra el 65,7% del S&P 500.
FPX se presenta como un instrumento atractivo de alto retorno y administración activa que permite no quedar afuera de la revolución tecnológica que estamos atravesando.
No lo descartaría para tu cartera de inversiones.
A tu lado en los mercados,
Diego Martínez Burzaco - Para El Inversor Diario.

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